El actor Mariano Saborido dialogó en la 750 sobre Viento blanco, su primer unipersonal, y relató el proceso de creación de la obra junto al dramaturgo Santiago Loza y la posterior puesta en escena con las directoras Valeria Lois y Juanse Rausch.
“La obra surge de Santi Loza, yo era alumno de su taller de dramaturgia y me dijo que tenía ganas de hacer algo para que yo actuara. Ya en principio me sentí halagado de base”, relató el actor.
“Yo había visto algunas de sus obras y me habían encantado, entonces le dije que sí, y a partir de ahí empezó el proceso de escritura, del que un poco formé parte siendo el primer lector de eso que él iba escribiendo”, continuó, sobre el origen de Viento blanco.
La obra presenta a Mario, un chico gay que vive en un pueblo del sur con su madre, con quien mantiene un hostal, y relata lo que sucede cuando una persona que él conocía regresa al lugar.
Viento blanco transcurre en un paisaje típico patagónico, donde Saboirdo nació y creció. “Yo creo que hay algo del personaje que un poco no sabe decir ‘soy gay’ o ‘soy homosexual’ o ‘soy algo’, sino que un poco las cosas le pasan. Un poco le pasó que se enamorara de este amigo que vuelve a la historia convertido en cura, pero los recursos que tiene el personaje son bastante escasos”, comentó el actor, sobre el papel que protagoniza.
Desde su estreno, la obra recibió críticas favorables, lo que ayudó a Saborido a sentirse más cómodo. “Esta obra en particular se siente como una felicidad. A medida que fueron pasando las funciones la gente iba diciendo cosas, me despejaba a mí lo que iba pasando”, recordó el actor.
"Al principio me costó bastante la obra, sobre todo porque tenía mucho miedo a estar solo y a decir todo ese texto, y siento que lo que dice la gente me refleja eso, que es que ve a alguien divirtiéndose en escena”, concluyó.
Viento blanco tiene funciones los domingos a las 20:30 horas (hasta el 25 de mayo) y los lunes a las 20 horas (hasta el 19 de mayo) en Dumont 4040.