Docentes y no docentes universitarios de todo el país comenzaron este lunes una nueva semana de protestas en medio de un brutal ajuste que los llevó a declarar en la mayoría de las facultades una emergencia salarial que se suma a la emergencia presupuestaria decretada en 2024.
Entrevistado por la 750, el secretario general de FEDUBA, Pablo Perazzi, que la situación “se está tornando dramática”. “En todas las universidades nacionales sus consejos superiores resolvieron declarar la emergencia salarial. El año pasado era la presupuestaria. No hemos salido en la presupuestaria, lo que pasa es que hemos entrado en esta”.
En este sentido, explicó: “Los salarios están por el piso. Así que tenemos en la agenda más cercana una concentración de los trabajadores y las trabajadoras. Y ahí tenemos previsto marchar al exministerio de Educación. La otra semana también vamos a tener acciones. En esta misma semana estamos transitando jornadas de paro, protesta y visibilización”.
El próximo jueves 22 de mayo, docentes, no docentes y estudiantes de la UBA marcharán hacia el Palacio Pizzurno en reclamo de apertura de paritarias, actualización de las becas a estudiantes y recomposición del presupuesto universitario.
“Se está moviendo el mundo universitario porque la situación es muy preocupante. Tenemos 62 universidades nacionales y cada una tiene su esquema de protesta. En algunos casos hay jornadas de visibilización, en otras hay paros. En el caso de la UBA hay una concentración el jueves para poner en discusión el salario”, puntualizó.
Es que los datos son abrumadores: “Un trabajador docente, un profesor de la UBA con más de cinco años de antigüedad está ganando 200 mil pesos. Se está produciendo una sangría de docentes. Porque a muchos no les sirve el salario. Ya con los viáticos y si come algo, si gasta para el libro, ya está”.
“No le queda absolutamente nada en el bolsillo. En términos de poder de compra en los 17 meses que tiene el Gobierno es como si no nos hubieran pagado cinco meses seguidos. Se redujo un tercio. Es muchísimo. En términos salariales esto no tiene precedentes. Lo podemos comparar con períodos dictatoriales”, añadió.
Luego, concluyó catalogado como una “barbarie inadmisible” la actitud del Gobierno: “Pero en tiempos democráticos esto nunca había pasado. Lo que está ocurriendo es que hay renuncias, porque es muy poca plata como para sostener estar frente a un curso todas las semanas. Y lo mismo está pasando con el sistema científico tecnológico”.