El presidente de la Fundación Pro Tejer, el empresario textil Luciano Galfione, advirtió este viernes por la 750 sobre las serias consecuencias que trae para la producción nacional la enorme desregulación que se hizo en el sector en el último año y encendió las alarmas.
“Las importaciones de ropa aumentaron un 86 % interanual en volumen, mientras que los textiles para el hogar crecieron un 109 %”, comenzó explicando ante la pregunta de La Mañana con Víctor Hugo Morales.
Y añadió: “Esta es la consecuencia de la desregulación absoluta en todo lo que tiene que ver con nuestro sector. Se eliminaron todos los controles: se sacaron las licencias, los controles aduaneros, los valores criterio –que se establecen para evitar que se traiga mercadería por debajo de los valores internacionales–, se bajaron los aranceles”.
Esto, sostuvo, lejos de ayudar a los empresarios locales, los complica: “Todas estas medidas generaron un viraje rotundo de la producción nacional hacia el producto importado. Esa es la consecuencia”.
“Las importaciones aumentaron casi un 100 %, pero, sin embargo, en valores promedio bajaron casi un 45 %. Esto tiene que ver con la subfacturación y con que, a partir de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, muchas producciones a contratemporada terminan en países con menos regulaciones”, afirmó.
Tras lo que advirtió: “Argentina decidió eliminar esas regulaciones, entonces están entrando productos a valores que ni siquiera se venden así en sus lugares de origen. Esto está penado por la OMC, pero acá se decidió no controlarlo”.
“Hay que entender que cada vez que un país baja aranceles, lejos de reducir los impuestos a quienes generan riqueza, lo que hace es bajarle los impuestos a los países desde donde se importa”, se lamentó.
Luego, finalizó: “Y ya es difícil competir con países como Myanmar o Bangladesh, donde se trabaja por 80 dólares mensuales y jornadas de 16 horas. Si ya nos resulta complicado competir en igualdad de condiciones, imagínense lo que pasa cuando además se eliminan los aranceles”.
