La periodista y conductora Cynthia García se metió en el cruce entre el actor Ricardo Darín y el Gobierno por el precio de las empanadas y arremetió: "Que el precio de los alimentos tenga este nivel, es una decisión política".

El editorial de Cynthia García

Las declaraciones del actor Ricardo Darín sobre las empanadas marcan que los alimentos están caros y es inocultable. La gente va a comprar de a 200 gramos de yerba. La gente compra de a unidad de producto, porque los alimentos están muy caros. 

Ricardo Darín, en la mesa de Mirtha Legrand, es un actor que no suele posicionarse políticamente. No se podría decir que con esto que dijo está apoyando al peronismo, por ejemplo. No, él tiene una línea de equilibrio y ha sido crítico de todos los Gobiernos. Uno lee su línea de lenguaje popular. 

Ahora, en un momento de máxima notoriedad con el éxito de la serie El Eternauta, una voz como la de Darin o de voces predominantes en la escena pública, generan una catarata de impacto. Lo mismo que con Lali Espósito, cuando expresa su preocupación y su dolor frente a las avanzadas odiantes de Milei, y a partir de ahí, fue víctima de un ataque desmesurado.

Con Ricardo Darin pasó lo mismo: se atrevió a levantar la voz y decir algo de la lógica de todos los días. Por eso el Gobierno sale a atacarlo con su ecosistema odiante, porque es inocultable lo que dice y tiene un peso específico dentro de la repercusión auditiva de una sociedad mediatizada que escucha lo que ese exponente de la cultura como es Darín dice y eso genera una caja de resonancia.

Hay una nota hoy en Página|12 de Leandro Renou, muy buena, donde dice: Pero antes de ver esos casos, hay que aclarar que más allá de la metáfora de Darín, los precios de las empanadas tuvieron una suba muy fuerte con Milei. Según el IPCBA, el índice de inflación que elabora el ente estadístico de la Capital, la inflación desde que Milei es Gobierno subió un 218 por ciento en territorio porteño, contra un alza de 240 del precio de las empanadas. En abril, de hecho, la docena aumentó casi un punto y medio por encima de la inflación. ¿Qué pasó en los últimos doce meses? los precios de las empanadas subieron 80 por ciento contra una inflación del 52 en la ciudad.

Pero además de eso, lo que Darín estaba expresando es un dato de la cotidianidad inocultable. Todos y todas sabemos, en cualquier segmento socioeconómico que nos encontremos, que los alimentos están carísimos. Lo observamos diariamente, lo que está en nuestra mesa, lo que sale comer.

Si uno se apoya en datos numéricos ve que no solo el poder de compra ha disminuido contra los alimentos en los meses pasados, sino que estos últimos están tan caros que se equiparan de manera peligrosa a precios de bienes durables.

Dar de comer es una decisión política. Que el precio de los alimentos tenga este nivel, es una decisión política. Que el poder adquisitivo esté completamente diezmado, es una decisión política. No hace falta una nieve tóxica, ni que lo visibilice el actor de El Eternauta, que solo puso en evidencia, insisto, la lógica cotidiana.