La novela llega a su fin. Los abogados de San Lorenzo y Boca alcanzaron un acuerdo verbal respecto de la rescisión del contrato de Miguel Angel Russo con el Ciclón. Por lo que una vez que se firmen los papeles, Russo quedará habilitado para asumir de inmediato la dirección técnica de Boca. La idea del nuevo entrenador xeneize es hacerse cargo este mismo viernes y dirigir la práctica del plantel profesional en el predio de Ezeiza.

San Lorenzo pretendía un resarcimiento equivalente a los seis meses de contrato que Russo dejó sin cumplir y que el técnico desisitiera de cobrar los dos meses de sueldo y premios que se le estaban adeudando. Aunque los términos del acuerdo se mantuvieron en privado, el arreglo habría dejado conformes a ambas partes.  El nuevo técnico xeneize aceptó abonarle a San Lorenzo los seis meses de vínculo que le quedaban por cumplir. 

Pero mientras del lado de Boca y del propio Russo cuentan que de esa suma se descontó la deuda salarial que tenía el club (le pagaron hasta marzo, inclusive), en San Lorenzo indican que Russo finalmente resignó cobrar el dinero que le debían (150.000 dólares) y que pagará cerca de 900.000 de la divisa estadounidense por la desvinculación. Según algunas fuentes, Boca colaborará con esa suma pero no la afrontaría en su totalidad. 

Una vez que ese pago impacte en las cuentas azulgranas, Russo estará en condiciones legales de iniciar su tercer ciclo como entrenador boquense. Aunque ni él su cuerpo técnico concurrieron a Ezeiza, el trabajo de la semana estuvo supervisado por él mismo, su ayudante de campo Claudio Ubeda y su preparador físico Adrián Gerónimo. Además, el nuevo entrenador ya le hizo saber al presidente Juan Román Riquelme los puestos que pretende reforzar para el inminente Mundial de Clubes. Russo busca prioritariamente un volante por la derecha y un delantero por afuera y tiene tiempo para incorporarlos hasta el martes 10 de junio. Ese día vence la ventana especial de transferencias y se deberá presentar la lista de buena fe para el Mundial.

Por otra parte y en vísperas del certamen que dará inicio el 14 de junio, representantes del cuerpo médico de la FIFA se hicieron presentes en la mañana de este jueves en Ezeiza para cumplir con el protocolo de exámenes de rigor.Por designación aleatoria mediante un sorteo, diez jugadores del plantel cuyas identidades no trascendieron que pasar por el control antidoping que exige el ente internacional en la antesala de la competencia.

Aunque en Boca estaban al tanto de lo que iba a suceder, lógicamente no se sabía exactamente cuándo. Por eso, la situación tomó de imprevisto a todo el plantel que a la espera de la llegada inminente de Russo y su equipo, sigue trabajando bajo la dirección de los entrenadores de la reserva Silvio Rudman y Roberto Pompei y los preparadores físicos del club Cristian Cisneros y Leandro Aquino.