El movimiento obrero está alerta de cara a lo que puede pasar en el Congreso dentro de 72 horas, cuando sesionen los diputados por la reforma previsional y tributaria. La CGT se declaró hoy en estado de sesión permanente “al  efecto  de  instrumentar  las  medidas  de  fuerza correspondientes”. En rigor, la mesa chica se reunirá el lunes, y luego hará lo propio el consejo directivo, con la idea de movilizarse si los legisladores sesionan, lo cual podría ser el preámbulo de un paro si se sanciona el proyecto.

El triunvirato que conduce la CGT “consideró  imprescindible” la movilización “para  impedir  que  se  avanzara  con  esta  ley  y,  con  ella, sobre los derechos de quienes ya brindaron su esfuerzo para el bien del país.” Así se expresó la cúpula cegetista respecto de la presencia en las calles durante los últimos días, al tiempo que repudió “cualquier tipo de violencia que atente contra  la  libre  expresión  de  los  trabajadores  y  que  pretenda,  bajo  la  coacción estatal, acallar los justos reclamos.”

“La sensatez debe triunfar sobre el cálculo económico”, afirmó en un comunicado, en el que advierten que “el  sistema  previsional  argentino  corre  el  riesgo  de  ser  transformado  en  la  caja que el Gobierno Nacional necesita para achicar el déficit fiscal”. Por ello pidieron que “la ley  de  Reforma Previsional  no  se  cargue  sobre  los  haberes  de  los  jubilados,  AUH  y pensionados.”

En ese sentido, revindicaron que “el pueblo trabajador, en la puerta del Congreso Nacional se manifestó en contra e impidió  que  la  sesión  se  llevara  adelante y  con  ella  la  aprobación  de  esta  ley contraria a los intereses de los jubilados, actuales y futuros.” Motivo por el cual, “se suspendió  la  medida  de  fuerza  del paro  nacional” previsto para este viernes y que quedó en un impasse a la espera de lo que suceda el lunes.