La gestión de Patricia Bullrich en favor de sus protegidos fracasó cuando el Presidente les sacó bolilla negra por ser "demasiado casta" y las negociaciones con el kicillofismo fracasaron porque el clan pedía demasiado, y porque los encuentros llegaron a oídos de la ministra de Seguridad, que amenazó con retirarles la protección judicial. Con todas las alianzas trabadas, optaron por armar su propia lista llamada "Hechos" y planean dar pelea en la política bonaerense.

La familia Passaglia no era exactamente peronista. Cuentan en el pueblo que fueron parte de los festejos del golpe del 16 de septiembre de 1955 y que Ismael Passaglia padre, el abuelo de Santiago y Manuel, alternó períodos como juez federal con otros como intendente puesto a dedo por dictaduras cívico militares.

La etapa peronista del clan comenzó cuando Ismael hijo fue nombrado director del Hospital San Felipe, a instancias del jefe político del distrito, el duhaldista José María Díaz Bancalari. A raíz de un hecho fortuito, el accidente de helicóptero que terminó con la vida de Carlos Menem (h) en 1995, Passaglia comenzó a tejer una relación también con esa línea dentro del peronismo. 

No se puede entender el poder de los Passaglia sin mencionar la privatización de Somisa, la siderúrgica estatal que modificó para siempre el manejo territorial. En aquella ocasión, se hizo un acuerdo tripartito entre el Grupo Techint, que se quedó con la siderúrgica y se convirtió en el principal actor económico, la UOM local, hoy como entonces manejada por el diputado Naldo Brunelli, y la pata política, originalmente constituida por Díaz Bancalari, luego heredada por Passaglia.

Tras ser reelecto intendente desde la boleta del Frente para la Victoria en 2015, Ismael saltó al PRO en 2017, poco después de las elecciones de medio término, cuando aceptó un cargo en el ejecutivo de María Eugenia Vidal. Al renunciar al gobierno local, lo sucedió su hijo Manuel, que hasta ese día era el presidente del Concejo Deliberante. Una mañana los nicoleños descubrieron que su voluntad había sido traicionada, aunque eso no impacto en la elección que tuvo lugar dos años después. 

Manuel fue electo en 2019 y sucedido por su hermano Santiago en 2023. En esa última campaña, se jugaron abiertamente para militar por la candidatura presidencia de Bullrich, a pesar de la íntima relación entre Ismael y Diego Santilli, entonces candidato a gobernador por la lista de Horacio Rodríguez Larreta, rival interno de la ahora ministra libertaria.  

Los Passaglia fueron los impulsores del IOMAgate, una movida para que los municipios  desengancharan a sus trabajadores del instituto de salud provincial con el objetivo de dañar la imagen del gobernador. Pero la jugada no rindió sus frutos, ni política ni administrativamente, y el proyecto terminó abortado. 

Manuel, que aspiraba a ser candidato a vicegobernador de Néstor Grindetti, se quedó con las manos vacías. Desde entonces permanece en el llano y espera entrar a la Legislatura en esta elección. Santiago,  cargo de las adminitración municipal, debió firmar un nuevo convenio de adhesión al IOMA, con aroma a rendición.

Al comienzo del gobierno libertario, la expectativa del clan era que Manuel se integrara al equipo de gestión de Bullrich en Seguridad, pero nada de eso ocurrió, a pesar de los reiterados guiños de los Passaglia a la política de motosierra aplicada por la gestión Milei. 

La relación se puso más tensa y terminó de cortarse en marzo pasado. Primero, Bullrich debió darles la mala noticia de que no integrarían ninguna lista violeta ni amarilla violeta, porque el presidente los considera "demasiado casta". 

De inmediato, Ismael recurrió a su viejo aliado Brunelli y consiguió reunirse con gente de máxima confianza del gobernador, pero su pliego de condiciones fue considerado, más que ambicioso, alocado. Incluía el manejo del puerto, hoy en manos de La Cámpora a través de Cecilia Comerio, y hasta una banca de diputado nacional para el pater familias

La situación se agravó cuando las reuniones llegaron a oídos de Bullrich, que es además la protectora del clan en el ámbito judicial. Les advirtió que su regreso al peronismo podría traer novedades preocupantes en ese frente, en el que tienen varias causas en proceso.  

La advertencia de Bullrich coincidió con la caída en desgracia del juez federal de Rosario, Marcelo Bailaque, en la mira de la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, por favorecer al clan narco de Los Alvarado. Bailaque es quien dictó la falta de mérito de los Passaglia en una causa por enriquecimiento ilícito y lavado de activos en 2023.

Según estiman en la Segunda sección, la lista del partido Hechos podría quedarse al menos con dos de los once diputados que renueva en este turno electoral. Al partir el voto filolibertario, le harían un favor al oficialismo provincial, que podría ser compensado con una mejor relación y acceso a recursos. Como antecedente, los Passaglia ya habían extendido su armado a distritos vecinos como Ramallo y San Pedro

La movida de los Passaglia anticipa otras posibles de clanes con manejo territorial, como los De La Torre en San Miguel, disconformes con los términos que ofrecen los Milei y su poca predisposición a respetar los acuerdos. Son tiempos de polarización ideológica, pero de fragmentación política.