Franco Colapinto ya cumplió tres carreras como piloto oficial de Alpine en la Fórmula 1 y ya dejó en claro que no está de paso. Con bandera argentina en el casco y críticas al rendimiento del vehículo, el joven pilarense encara su primera experiencia en la máxima categoría con temple, ambición y una hinchada que lo sigue en cada curva.
La vuelta de Franco Colapinto a la Fórmula 1
Ya no es suplente ni una promesa a futuro. Es piloto titular de Alpine, tiene un parche en el pecho, la bandera argentina en el casco y un hambre de pista que no se le nota solo cuando habla: se le nota cuando el auto no frena, cuando tracciona de más o cuando pide una parada en cada curva.
Tres fechas, muchos desafíos
Desde su incorporación al equipo para el GP de Emilia-Romaña, Colapinto corrió tres fechas. Completó las tres, sin puntos y con muchos objetivos a mejorar:
• Ímola, Italia: terminó 16°. Un choque en la clasificación lo dejó mal posicionado y con el auto golpeado. Luego, el Alpine no respondió en carrera. Fue un debut con varios obstáculos.
• Mónaco: llegó 13º. No brilló, pero en Montecarlo lo importante es sobrevivir. “Fue una carrera muy física y aburrida”.
• Montmeló, España: clasificó 19º por problemas en la caja. En la carrera remontó hasta el 15º lugar. Sin errores, sin sorpresas, con algunos reclamos por el estado del auto.
Un Alpine que no acompaña
Está claro que el Alpine del piloto 43 no está a la altura. No tiene velocidad, sufre en las curvas y degrada las gomas. Y es notoria la diferencia con el monoplaza de Gasley, su compañero de equipo. El mismo Colapinto lo resumió: “Nos falta carga aerodinámica. Nos falta consistencia. Nos falta de todo un poco”.
Lo único claro es que Colapinto no corre solo para ver “qué puede hacer esta temporada”. Corre también para demostrar que puede hacer algo incluso cuando no hay nada, y que esta experiencia tiene que ser base para lograr permanencia a futuro.
Próximo destino: Canadá
El próximo GP será en Montreal, circuito nuevo para el piloto argentino. Correrá sin datos previos ni referencias reales. Los circuitos anteriores los conocía de otras categorías.
La fecha comenzará el 13 de junio y será la cuarta de las cinco carreras en las que Colapinto fue confirmado en mayo.
Según el primer comunicado, cuando fue anunciado como titular, “forma parte de una rotación y será evaluado durante esos GP”. El GP de Austria el domingo 29 de junio completaría esa serie de circuitos.
Colapinto y las redes sociales
El pilarense está en cada rincón y marca tendencia en la previa de cada pista. Cocina, prepara mates, graba publicidades y se cruza con deportistas históricos que lo bancan en los diferentes circuitos. “Qué placer conocerte”, cuenta Gaby Sabatini en sus redes sociales.
La eterna tenista argentina se convirtió en devota de los compatriotas alrededor del mundo, casi tomando la posta de Diego Maradona, que acompañaba a cada disciplina con su pasión y arenga. En las fotos, el tiempo no pasó para Sabatini. “Todo lo mejor en este camino por recorrer”, le augura en lo que ya es un deseo colectivo.
Celebración de cumpleaños, sesiones de fotos, firma de remeras “compradas en la Salada” y banderas de Boca arman el escenario que ubica a Colapinto como uno de los más atrayentes y mencionados de la competencia.
Colapinto y la hinchada argentina
En el medio del regreso, y a través de un comunicado, Alpine tuvo que pedirle a los fans de Colapinto que sean amables y respetuosos. Todo comenzó a partir de una fake news que compartió Jack Doohan. El expiloto de la escudería señaló que los argentinos insultaban a su familia y los fanáticos respondieron a esa acusación.
Frente a ese panorama, y a la fuerte presencia de argentinos en cada circuito, Colapinto compartió el pedido para terminar con el hostigamiento en las redes sociales.
En los últimos días el eje cambió: los insultos de los aficionados albicelestes apuntan a ese mal funcionamiento del monoplaza y le reclaman a Alpine que se ponga a trabajar para que Colapinto pueda mejorar su rendimiento.
Las redes sociales se transformaron en un enorme taller mecánico comunitario que vela por un auto que pasó a ser de todos.
Informe: Jorgelina Rocca