LO QUE ESCRIBIMOS JUNTOS 6 puntos
(Argentina, 2024)
Dirección y guion: Nicolás Teté.
Duración: 93 minutos.
Intérpretes: Santiago Magariños, Ezequiel Martinez, Nazarena Rozas.
Estreno en Cine Gaumont y Espacios INCAA.
“Estoy cansado de pensar”, dirá en algún momento Juan, un joven escritor que ha logrado cierto éxito en el mercado editorial, lo cual ha permitido afrontar un cambio de vida radical junto a su pareja, Mariano: dejar la gran ciudad e instalarse en una casita aislada en el interior del país. De esa manera, se dicen mutuamente –en parte quizás para reafirmar sus intenciones– Juan podrá escribir con mayor libertad y Mariano finalmente llevará a cabo el sueño de poner en marcha un vivero en el cual se luzcan sus macetas de cerámica. Lo que escribimos juntos, cuarto largometraje de ficción del realizador y dramaturgo argentino Nicolás Teté, transcurre en ese único ámbito semi rural y con apenas tres personajes: los interpretados por Santiago Magariños y Ezequiel Martinez, la pareja titular, que viene conviviendo desde hace varios años, y una amiga, Carla (Nazarena Rozas), que llega de visita durante un fin de semana para conocer el nuevo hogar y compartir alguna que otra novedad vital.
Relato hecho de diálogos, pero también de miradas y encuentros físicos, Lo que escribimos juntos se propone como una disección de los vínculos amorosos y de cómo el paso del tiempo y los intereses coyunturales pueden llegar a horadarlos. Pero, lejos de poner el dedo en la llaga y hundirlo hasta sacar de los personajes gritos de dolor, Teté opta por reflejar la posibilidad de que el amor, incluso en las diferencias y las zonas y etapas menos luminosas, es capaz de sobrevivir a las peores tormentas. Juan, que está escribiendo un nuevo libro, con algunas pizcas autobiográficas –aunque, lógicamente, no deja de repetir que se trata de la más transparente ficción–, parece estar atravesando una sorda crisis profesional, que tanto su pareja como la visitante confunden con otra de índole más personal. ¿O acaso es Juan quien está confundido? Mariano, en tanto, cuida de sus plantas y observa como la distancia comienza a aparecer entre él y su pareja, que la llegada de Carla pone de alguna manera en pausa.
Entre cenas y mates, desayunos y vinos tintos, el trío comparte recuerdos, anhelos y también algún que otro miedo, en un estilo naturalista que, con alguna excepción, Teté y los actores construyen de manera honesta y creíble. Sin decirlo con todas las letras, hay algo “palermitano” en los personajes, una forma de ser y actuar que bien podría chocar con el aire rústico del nuevo hábitat, pero que la película no aborda, evitando así el riesgo de la caricatura. Y el de la metáfora, aunque allí está esa mascota, un perrito lanudo “de departamento” que no se anima a salir al patio y sólo logra hacer sus necesidades si tiene puesta la correa. Tal vez le falte a Lo que escribimos juntos algo de tensión narrativa y, en algún que otro momento, la cursilería asoma la nariz sin terminar de hacer acto de presencia, pero en general el realizador logra construir un relato sensible y sincero, universal en sus alcances más allá del posible encasillamiento del film en el cajoncito queer.