El 14 de mayo de 1998 marcó un hito en la televisión estadounidense con la transmisión del último capítulo de Seinfeld, una sitcom que había redefinido la comedia televisiva. Creada por Jerry Seinfeld y Larry David, la serie se despidió de sus seguidores con The Finale, un episodio que dividió la opinión del público. Con una audiencia histórica de 76 millones de televidentes, el cierre fue criticado tanto por la prensa como por los fanáticos.
La serie que cambió las reglas de la comedia
Seinfeld llegó a la pantalla en 1989 como una propuesta diferente y novedosa. Según sus creadores, la serie trataba sobre "nada". Basada en observaciones de la vida diaria, el programa mostraba la vida de Jerry Seinfeld, un comediante que interpretaba una versión ficticia de sí mismo, y sus tres excéntricos amigos: George Costanza, Elaine Benes y Cosmo Kramer. A través de situaciones cotidianas y con diálogos inteligentes, la serie construyó un universo propio que conectó con el público de una manera única.
Pese a sus inicios titubeantes y las reservas iniciales de NBC, Seinfeld creció en popularidad, convirtiéndose en un referente de la comedia televisiva. La dinámica de sus personajes, caracterizados por sus defectos humanos y su indiferencia hacia las convenciones sociales, rompió con los arquetipos tradicionales de héroes benevolentes en pantalla.
Un desenlace que generó controversia
La serie concluyó tras nueve exitosas temporadas con un episodio en el que los cuatro amigos terminan encarcelados. Durante The Finale, la trama lleva al cuarteto a la ciudad de Latham, Massachusetts, donde son testigos de un asalto sin intervenir. En lugar de ayudar a la víctima, hacen bromas sobre su obesidad, lo que les vale ser acusados de violar la "Ley del Buen Samaritano".
El juicio se convierte en una retrospectiva de los actos egoístas de los protagonistas a lo largo de la serie. Personajes secundarios afectados por sus mezquindades testifican, en un mea culpa que no escapó al sello irónico del programa. Finalmente, los personajes son condenados a prisión, escenificando una crítica social con una tonalidad moralizante. La sentencia en pantalla resignificó la comedia de la vida diaria como un alegato contra la indiferencia.
La crítica y la herencia perdurable de Seinfeld
El desenlace fue recibido con frialdad por los críticos y dejó insatisfechos a muchos seguidores, acostumbrados al humor retorcido más que a la condena moral. Con una carga simbólica sin precedentes, el final se centró notoriamente en los defectos humanos en vez de ofrecer un cierre tradicional de comedia.
El reconocimiento que la serie consiguió a través de los años no fue suficiente para evitar las diferencias de opinión sobre el final. La pretensión de justicia poética no fue bien recibida por una audiencia que esperaba un cierre más ligero. A pesar de la controversia, o quizás gracias a ella, Seinfeld cerró su carrera televisiva reafirmando su impacto cultural.
La huella imborrable de Seinfeld
Incluso surgieron especulaciones sobre una posible revisión del final. En un acto de stand-up en 2024, Jerry Seinfeld insinuó que "algo sucederá con el final" sin especificar más, alimentando esperanzas de un nuevo desenlace.
A 25 años de su conclusión, Seinfeld sigue siendo un icono en el mundo del espectáculo, honrada como una obra maestra del género cómico. Sin ceder ante la presión de las expectativas finales, la serie dejó su marca permanente en la televisión, siendo aún referente de análisis y reflexión sobre los defectos profundamente humanos que retrató.