El ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Juan Martín Mena, catalogó en un durísimo mensaje a la Corte Suprema como un “circo cachivachesco en medio de las operaciones mediáticas y tensiones que avizoran un fallo condenatorio contra Cristina Kirchner.

“Es el final de esta historia anunciada respecto de la degradación de la justicia argentina", declaró a la 750. "Cuando vemos que se preanuncia un fallo. Si sucede lo que están anunciando, va a quedar claro que los tres miembros de la Corte no podrán llamarse ni jueces ni juristas”, resaltó.

Para el ministro, todo lo que tiene que ver con la llamada causa Vialidad, “no tiene nada” de justicia. Y explicó: “Van días de filtraciones, de operaciones mediáticas, respecto de un fallo de enorme trascendencia institucional y política. Terminaron de convertir a la Corte Suprema en un circo cachivachesco.

“Es el corolario con el que no podía terminar una causa tan escandalosa como ésta. Están permanentemente operando. Es un circo. Esto de justicia y de jurídico no tiene absolutamente nada”, remarcó con contundencia Mena.

Tras lo que agregó: “Vemos que todo esto está atravesado por cualquier cosa, menos por la justicia y el derecho. Es un disparate. Ayer se pasaron todo el día operándose entre ellos los ministros de la Corte. Se está viviendo a cielo abierto lo que está pasando. En vivo lo conoce todo el mundo. Es un escándalo. Eso no ocurre en el mundo”.

En concreto, dijo esto por los ataques contra Carlos Rosenkrantz, a quien le “ventilaron” que tiene un viaje programado a México para este viernes, algo con lo que los otros cortesanos se manifestaron molestos.

Como quien recuerda algo que es evidente, Mena afirmó: “En el medio, juegan con la vida y la libertad de la gente, más allá de las consecuencias políticas e institucionales que tiene este caso al hablar de una persona que fue dos veces presidenta”.

“Están condenando a una persona por un delito que no puede cometer, y que habla de cómo se gestiona la administración de un país. Institucionalmente, es una vergüenza. Es un caso que no tiene registro en la historia de la propia Corte, en cuanto a los tiempos”, añadió otro frente de batalla.

Explicó esto con claridad: “Hay condenas a genocidas que están durmiendo el sueño de los justos en la Corte. Tratar esto en 60 días es un disparate. Esto no tiene nada de jurídico. No pudieron ni siquiera leer lo que tienen que resolver, no vieron ni siquiera los legajos a la hora de evaluar los planteos de las defensas. No tuvieron ni tiempo de ver eso”.