Un plan de aplicación sistemática del lawfare en América Latina. Esa fue la definición que dio el expresidente de Ecuador Rafael Correa sobre la proscripción a Cristina Kirchner, este miércoles, en diálogo con la 750.
En línea con el exmandatario del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, Correa comparó la guerra judicial contra los expresidentes latinoamericanos con el Plan Cóndor que diseñó Henry Kissinger en los '70: "El lawfare contra Correa, Lula (da Silva), Evo Morales, Cristina Kirchner, (Fernando) Lugo, no es casualidad, esto es coordinado y es, por lo menos, permitido o impulsado directamente por los Estados Unidos", argumentó.
El exjefe de Estado, hoy con asilo político en Bélgica, consideró que la decisión de la Corte Suprema de avanzar contra los derechos políticos de la presidenta del Partido Justicialista no logrará sacarla de la escena política.
"Los sueños no se matan, no se encarcelan. Y ya Cristina tiene su puesto en la historia", subrayó el también economista. "Tal vez lo único que harán es hacer despertar a todo un pueblo medio adormecido para finalmente sacudirse tanto abuso, tanto retroceso".
En ese contexto, manifestó su deseo de que el caso de Cristina Kirchner logre la suficiente conmoción global como para "despertar a América Latina y el mundo". "Esta vez le tocó el turno a Argentina, un país muy importante en el concierto internacional, ojalá esto haga despertar a América Latina y al mundo entero", observó en En el ojo de la tormenta.
Y concluyó: "No entienden los que hoy celebran por sus odios, victorias coyuntutales que en el mediano plazo perdemos todos, ellos mismos, porque se está destrozando el Estado de derecho".