San José 1111. Esa dirección, hasta hace poco anónima, carga ahora con el peso simbólico de la nueva Puerta de Hierro porteña. La casa donde vive Cristina Fernández de Kirchner. Un living con sillones, empanadas, mate a deshora y una jefa política que no llora. “Cristina retaba a todo el que lloraba”, contó uno de los que estuvo adentro. “Menos ella, todos hacían el esfuerzo por ocultar la angustia. Si te veía lagrimear, te puteaba”. Ese frenesí de la primera jornada tras el fallo de la Corte que confirmó la condena en la causa Vialidad continuó este miércoles. La consign Consejo Nacional del PJacciones de protesta