La información del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) proporcionada por la Secretaría de Trabajo de la Nación para Santa Fe da cuenta que el empleo privado registrado continúa sin recuperarse y en niveles similares a los de mediados del año pasado. Sin estacionalidad, se contabilizan 510.700 empleos en la provincia cuyo gobernador destaca por ser sede del motor de “la producción” del interior del país y mantener la obra pública, a diferencia de Nación.

“La misma fuente da cuenta que en el mes de diciembre de 2023 - al inicio de la actual gestión de Gobierno-, con los datos ya ajustados se contabilizaban 521.000 trabajadores y trabajadoras en el sector privado”, detalla un informe elaborado en base a datos oficiales por el ex ministro de Trabajo provincial, Juan Manuel Pusineri.

Esto significa que, desde que asumieron sus respectivas responsabilidades ejecutivas Javier Milei a nivel nacional y Maximiliano Pullaro en el orden distrital, en Santa Fe se perdieron casi 11 mil puestos de trabajo registrados en el sector privado. El mismo que ambos mandatarios ensalzan en oposición al empleo en el sector público.

Según un informe difundido ayer por el Centro de Economía Política (CEPA), en Santa Fe se crearon durante marzo pasado –último dato disponible- 333 nuevos puestos de trabajo, en comparación con la pérdida de fuentes laborales, en el sector privado.

Pero si la foto se convierte en película, se observa que entre noviembre de 2023 y marzo pasado la provincia se ubica entre aquellos distritos subnacionales que “redujo sus puestos de trabajo entre 0,01% y 5,0%”, junto con Chaco, Salta, San Luis, San Juan, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Tucumán, de acuerdo al informe del CEPA.

El trabajo de Pusineri, por su parte, señala que “en tal contexto no logra revertirse la fuerte pérdida de fuentes de trabajo de calidad que se verificó en la primera mitad del año pasado, encontrándose el empleo desde entonces en una meseta con variaciones mensuales mínimas positivas y negativas”. De aquella caída de casi 11 fuentes laborales aún no ha habido recuperación.

En el detalle por actividad en el orden nacional se observa lo siguiente: dentro de los sectores en los cuales se redujo el empleo, los mayores retrocesos se registraron en Pesca (-2,4%); Explotación de minas y canteras (-1,2%); Construcción (-0,8%); Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-0,7%); e Industrias manufactureras (-0,4%).

Por su parte, Servicios sociales y de salud, y Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler se mantuvieron estables. Los sectores que lograron aumentar el empleo fueron: Hoteles y restaurantes (+0,6%); Servicios comunitarios, sociales y personales (+0,2%); Intermediación financiera (+0,2%), y Comercio y reparaciones (+0,1%).

El trabajo independiente presentó en marzo una variación del -0,1% en la cantidad de trabajadores respecto al mes anterior (3,7 mil trabajadores menos). Sin embargo, al interior de esta categoría se observaron movimientos heterogéneos: la cantidad de trabajadores encuadrados en el monotributo social continuó cayendo (-2,8%) al igual que los aportantes al régimen de autónomos (-0,5%). Por el contrario, el número de trabajadores adheridos al monotributo creció (+0,2%), compensando parcialmente la caída en las otras categorías.

“El trabajo en casa particulares experimentó un decrecimiento del -0,2%. En la provincia el sector representa en total un universo de unas 60.000 personas”, estimó Pusineri.

E informó que “la remuneración nominal bruta promedio de febrero de 2025 fue de $ 1.674.891”, es decir, sin los descuentos de seguridad social y previsionales. Por su parte, “la mediana de la remuneración bruta fue de $ 1.203.619”, lo que da un salario de bolsillo cercano al millón de pesos por mes.