Una nueva ola de especulación ha surgido alrededor de la anticipada serie animada X-Men '97 de Marvel, luego de que Beau DeMayo, su creador original, revelara sus planes para la segunda temporada. Aunque DeMayo fue despedido justo antes del lanzamiento de la primera temporada en marzo de 2024, sus ideas para la continuación de la serie ofrecen una perspectiva interesante de lo que pudo haber sido.
Estructura narrativa y adaptación de los trajes militares
Uno de los elementos más destacados propuestos por DeMayo fue el uso de los uniformes militares de los cómics de Grant Morrison y Frank Quitely, que iban a ser centrales en su visión para X-Men '97. Estos trajes representaban un cambio conceptual en la narrativa de la serie, alejándola de la imagen clásica de héroes para presentar a los X-Men como una organización más estructurada y estratégica en sus movimientos.
Los uniformes de Morrison y Quitely no fueron simplemente un cambio estético; simbolizaban la transformación del profesor Xavier de un líder de equipo a un estratega militar. En su versión, eventos como el E-Day llevaban a la prohibición de las fuerzas mutantes en los Estados Unidos, lo que empujaba a Xavier a fundar X-Corp, un colectivo que operaría desde los restos de Genosha.
Conflictos internos y tensiones geopolíticas
El plan de DeMayo implicaba un enfrentamiento directo entre las fuerzas lideradas por Xavier y la ONU, con la tensión escalando a medida que entidades como X-Force y X-Factor surgían como grupos autónomos. A medida que la segunda temporada progresaba, presentaría el giro, descartado junto con DeMayo, donde Xavier caía bajo la influencia de Onslaught, su mayor enemigo. Era el propio Onslaught quien manipulaba a Xavier, dirigiendo su camino hacia la militarización y distanciándolo de su sueño original.
Para los seguidores y críticos de la serie, este enfoque habría representado un cambio significativo en las dinámicas de poder dentro del universo X-Men, cuestionando la ética de la intervención mutante.
Impacto y reacciones de los fans
El impacto de las declaraciones de DeMayo no solo revivió el interés por lo que podría haber sido la segunda temporada, sino que también resaltó las dificultades inherentes a la producción de series de gran escala y popularidad. Los fanáticos expresaron una mezcla de decepción y curiosidad, deseando que las ideas de DeMayo pudieran incorporarse en futuras iteraciones del universo de los X-Men en televisión.
Marvel, a pesar de no haber anunciado una fecha de estreno para la segunda temporada, maneja información sobre el desarrollo de nuevas historias. Este revuelo subraya las complejidades detrás del escenario, donde las visiones de los creadores, las tensiones corporativas y las expectativas del público convergen en un complejo proceso para mantener a los X-Men relevantes y atractivos.