"La violencia de género de Britez quedó abrumadoramente acreditada", expresó el tribunal que juzgó el femicidio de Nora Escobar, la mujer de 43 años cuyo cuerpo fue hallado luego de varios días de búsqueda, en el patio de la casa donde vivía, en Granadero Baigorria, en mayo de 2022. La pena de prisión perpetua recayó sobre Gregorio Britez, quien era su pareja y, luego de apuñalarla 17 veces, intentó ocultar el cuerpo bajo un contrapiso construido en el fondo de la casa, con esa finalidad. El agresor había sido denunciado por Nora en marzo del año anterior. La investigación logró recuperar conversaciones de 2021 que "evidenciaban el control y la violencia que él ejercía sobre ella, incluyendo amenazas"; mientras que en el debate testificó la expareja de Britez, que describió "años de abuso físico y psicológico, incluyendo aislamiento y humillaciones".
La condena unánime que dictó ayer el tribunal integrado por Valeria Pedrana, Gonzalo Fernández Bussy y Mariano Aliau llegó tres años después del caso que movilizó por esos días a organizaciones feministas, para exigir la búsqueda de la mujer.
Ayer, la fiscal Marisol Fabbro, que tomó el caso tras el hallazgo del cuerpo, recordó que además de las pruebas mencionadas más arriba, la investigación tenía como elemento un dato "macabro": el teléfono de Britez contenía búsquedas del 23 de abril de 2022, horas después del femicidio, en las que indagaba sobre "cuántos metros se cava para enterrar un cuerpo".
Poco después de que el cuerpo de Nora fuera hallado, el acusado -tenía 52 años por entonces- fue detenido en Misiones y desde entonces permanecía en prisión preventiva. Ayer, el tribunal expresó que "la acusación contra Britez está firmemente respaldada por pruebas que desmienten su versión y señalan su culpabilidad".
Entre las pruebas que se analizaron para llegar a la condena, enumeraron el testimonio de la hija de la víctima, que "fue clave al testificar sobre las constantes peleas entre su madre y Britez"; el relato de un vecino que oyó "las crecientes discusiones de la pareja, culminando en una 'fuerte discusión' y 'golpes', la noche del 22 de abril de 2022", tras lo cual Nora no volvió a ser vista. Para el tribunal, el testimonio "establece un historial de violencia"; y de un albañil que testificó sobre el trabajo de contrapiso y la "indiferencia de Britez respecto de la búsqueda del cuerpo de Nora".
En tanto, sostuvieron que "la evidencia del ocultamiento del cuerpo apunta directamente a Britez", en cuanto al testimonio del vecino a quien le "pidió permiso para hacer un revoque", aunque el ruido de la hormigonera en el patio sugería otro tipo de obra, resultando ser el contrapiso debajo del cual se halló el cuerpo, en el segundo allanamiento a la vivienda, descubierto por la intervención de un can.
Además, se sumó evidencia con la pericia de Luminol que dio positivo para sangre en el dormitorio, baño y cocina de la vivienda, confirmando la presencia de Nora, "y los esfuerzos de Britez por limpiar la escena", expresó el tribunal.
Sumado a ello, las pericias informáticas revelaron que el teléfono de Britez contenía "búsquedas macabras" el 23 de abril de 2022, horas después del hecho, como "cuántos metros se cava para enterrar un cuerpo". Además, se recuperaron conversaciones del año 2021 entre Britez y Nora que "evidenciaban el control y la violencia que él ejercía sobre ella, incluyendo amenazas".
Según indicaron, una agente de policía detalló un incidente de violencia física y psicológica de marzo de 2021, con agresiones y lesiones por parte del acusado hacia Escobar, confirmadas por el médico. La fiscal sumó que en aquella oportunidad se había dispuesto una prohibición de acercamiento que el acusado incumplió en esa época.
Además, el tribunal sostuvo que "este patrón se vio reforzado por los testimonios de la exesposa del acusado, quien describió muchos años de abuso físico y psicológico, incluyendo aislamiento y humillaciones. La hija del imputado también confirmó la violencia de su padre desde su infancia, revelando el terror que vivían".
Finalmente, el tribunal sostuvo que al tomar la palabra en el debate, el ahora condenado "no negó el hecho, y aunque no lo confesó textualmente, su pedido de perdón a la familia de la víctima y su referencia al arrepentimiento de lo que hizo, indudablemente confluye a reconocer la autoría sobre la muerte de Nora Escobar".