Y un día soltaron la omisión sumisa de toda crítica para con el Gobierno nacional, y en simultáneo esbozaron una posición algo más firme frente al ajuste que el modelo libertario imprime sobre el interior del país. Maximiliano Pullaro y Pablo Javkin coincidieron ayer en expresar reclamos puntuales a la gestión de Javier Milei, ya insinuados el fin de semana durante el acto por el Día de la Bandera. En el caso del gobernador, hoy presentará ante la Corte Suprema de la Nación un nuevo planteo del Estado provincial para intimar a Nación a cancelar la deuda histórica que tiene con Santa Fe por la no transferencia de su sistema jubilatorio, y a normalizar el pago mensual de partidas de la Ansés a la Caja Previsional provincial, que se había acordado y que sin embargo el Ministerio de Economía dejó de transferir.
La cita de Pullaro en el máximo tribunal está prevista para las 11; es una audiencia de conciliación con Ansés, convocada por la Corte como instancia previa a un fallo y en procura de lograr acuerdos en el reclamo que Santa Fe sostiene por una deuda previsional acumulada desde el pacto fiscal de 1996, y que se estima en el orden de 1,2 billones de pesos.
Pullaro irá acompañado de dos predecesores, Omar Perotti y Antonio Bonfatti, como señal del consenso político que el reclamo tiene en la provincia. También estarán el ministro de Economía, Pablo Olivares, el secretario de Seguridad Social, Jorge Boasso, y el fiscal de Estado, Domingo Rondina. Este tramo del reclamo santafesino comenzó en 2023, cuando Perotti como gobernador llevó al tribunal la pelea por el cálculo que Nación hacía para transferir fondos a Santa Fe y cubrir el déficit de su caja previsional. Un déficit soportado por la provincia desde los '90, cuando se dispuso no nacionalizar el sistema jubilatorio de sus empleados públicos. Allí se originó la acreencia en virtud de la obligación de Nación en compensar a las provincias que conservaron sus regímenes jubilatorios.
Al asumir Milei en el gobierno, la deuda acumulada rondaba los $95 mil millones. Con la eliminación de las transferencias no automáticas, el total del reclamo aumentó en una cifra sideral, entre $800 mil millones y $1,2 billón.
Pullaro, como jefe del Ejecutivo, ratificó el año pasado el reclamo judicial iniciado por Perotti. Ahora la Corte intenta una conciliación este miércoles, pero el santafesino anticipó ayer que no piensa aceptar ninguna quita de deuda, como sí lo hizo su par cordobés, Martín Llaryora, sobre lo adeudado por Nación a esa provincia por el mismo concepto.
El titular de la Casa Gris tensó en los últimos días su posición ante Casa Rosada, que hasta ahora había sido comprensiva y funcional en la agenda político parlamentaria. Viene del planteo que anteayer formularon los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, para pedir que la gestión económica dirigida por Luis Caputo reoriente y cumpla con la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos y corrija el manejo discrecional de recursos vía ATN (Aportes del Tesoro Nacional). "Que se distribuyan entre Nación y provincias sin arbitrariedad y de acuerdo a lo establecido por la Ley de Coparticipación 23.548", plantearon en un documento que el santafesino firmó.
Pullaro se distinguió ayer de la situación de Córdoba y se negó a aceptar una quita de la deuda reclamada. "No puedo aceptar un acuerdo así. Nuestra expectativa es que la Corte disponga el criterio de decirle al Gobierno cómo pagarnos el fondo y el flujo de transferencias no automáticas, que tendrían que ser 10.000 millones de pesos por mes, y no lo están haciendo", se plantó.
Un talante similar mostró ayer el intendente Pablo Javkin, en vísperas de la elección de concejales de este domingo como contexto. Lo cierto es que ayer concedió una larga entrevista en LT8 y allí dio apoyo explícito al proyecto de los gobernadores para modificar el destino del impuesto a los combustibles en beneficio de las provincias.
"Por cada litro de combustible, el 35% de lo lleva Nación. Ese dinero debería ir al subsidio del transporte, a reparar rutas, mejorar el ferrocarril y el Fonavi. Pero nada de eso se cumple. No vuelve ni un peso al interior de ese impuesto que todos pagamos cuando cargamos nafta en Argentina. El gobierno nacional debe coparticipar esos fondos”, marcó.
Javkin, que había prodigado críticas al kirchnerismo en el acto del Día de la Bandera, ayer apuntó al gobierno de La Libertad Avanza. "El superávit del gobierno nacional se basa en dos cosas: no hacer nada y recaudar a lo loco", lanzó. Y enumeró recursos diversos como las retenciones al agro, el impuesto al cheque, a los combustibles, el IVA como tributos que "Nación lo toma como una aspiradora y no devuelve nada a las provincias, ni por coparticipación ni por las obras que debería hacer", enfatizó.
En ese marco, reprochó que el municipio debieron suplantar con sus recursos el retiro del subsidio al transporte, como también en materia de salud pública. "Desde octubre que no tocamos la tarifa, y nos hicimos cargo también de todos los programas de salud, drogas oncológicas, anticoncepción... Nación redujo todo eso, y así es como todos contribuimos a que haya superávit nacional. Bien con ordenar la macroeconomía, pero debe haber un límite", observó.
Javkin marcó que el planteo de las provincias, apoyado por 40 municipios del Consejo Federal de Intendentes, debe hacer reflexionar a la Casa Rosada. "No hay argumento para vetar esa iniciativa. No tocamos plata del superávit fiscal. Hablamos de los ATN y de los impuestos a los combustibles, fondos con los que el Gobierno no debería contar porque son de las provincias".