La Cámara Penal de Santa Fe confirmó las condenas a tres personas por explotación sexual de Mónica Aquino, la mujer desaparecida desde mayo de 2023 en la ciudad capital. La sentencia alcanza a Hugo Pérez, ex pareja de Mónica, para quien se resolvió la pena de 15 años de prisión; al hermano de éste, Mario Pérez, y la madre de ambos, María Rosa Aguirre, con penas de 8 años. La búsqueda continúa activa. 

Por unanimidad, el tribunal integrado por Roberto Reyes, Fernando Gentile Bersano y Cristian Fiz avaló la postura de la Fiscalía y rechazó los agravios de la defensa de los imputados, que apeló el fallo de primera instancia de diciembre pasado. 

La fiscal Jorgelina Moser Ferro y el fiscal Matías Broggi, que estuvieron en el debate y en la apelación -mientras que la fiscal Alejandra Del Río Ayala estuvo a cargo de la investigación penal- valoraron “que la Alzada haya confirmado las condenas impuestas a las personas que obligaban a prostituirse a Aquino”. También, recordaron que “ella desapareció en mayo de 2023 y su búsqueda continúa activa”, y agregaron que “en relación a esa situación, los jueces de la Alzada escucharon a la madre de la víctima en la audiencia”.

Al mismo tiempo, señalaron que “los camaristas destacaron que en primera instancia se ‘ha realizado un pormenorizado análisis de las pruebas de cargo colectadas, consistentes en declaraciones de testigos que de algún modo han observado, oído, y conocido la actividad ilícita de los inculpados por boca de la propia víctima antes de que desapareciera".

Y agregaron que en ninguno de esos testimonios aparecieron "ni mínimamente conjeturas siquiera de que alguno de tantos testigos que depusieron en el juicio tuviera animosidad alguna para perjudicar en forma mendaz y perversa a los procesados’, que es lo que planteaban sus abogados defensores”. 

Los fiscales recordaron que “la víctima fue obligada a intercambiar sexo por dinero con personas indeterminadas en las intersecciones de las calles San Lorenzo y Amenábar y Moreno y Urquiza”. 

En tal sentido, remarcaron que “su expareja la trasladaba a esos lugares, controlaba sus movimientos y le impedía vincularse con su familia de origen”. Asimismo, especificaron que “las tres personas condenadas se apoderaban del dinero que resultaba de la actividad sexual que la víctima era obligada a ejercer”, y agregaron que “actuaron de esa manera durante años, de forma regular y en conocimiento de la situación de extrema vulnerabilidad que atravesaba la mujer que ahora está desaparecida”.

Los delitos por los que fueron condenados son promoción de la prostitución ajena agravada y explotación de la prostitución ajena agravada, en el caso de la expareja de Aquino; y explotación de la prostitución ajena agravada, en relación al excuñado y a la exsuegra de la víctima.