Drew Barrymore era solo una niña cuando filmó E.T., y aunque ya había actuado antes, la experiencia de trabajar con Steven Spielberg elevó su percepción de la realidad y la ficción a un nivel completamente nuevo. En el set, la joven actriz realmente creyó que el extraterrestre, conocido como E.T., era un ser vivo. Esta percepción infantil fue alentada en parte por Spielberg, quien protegió con esmero la conexión emocional de Barrymore con el personaje ficticio.
La estrategia de Spielberg para crear un mundo mágico
Durante el rodaje de E.T., Spielberg implementó una estrategia única para fomentar la inmersión de sus jóvenes actores en la narrativa. Cuidó cada detalle, incluyendo el pequeño mundo de Drew Barrymore. Al ver que ella interactuaba con el muñeco de E.T. como si estuviera vivo, Spielberg se aseguró de que siempre hubiera alguien operando al personaje durante los descansos. Este gesto no fue un capricho, sino una práctica meditada para reforzar la atmósfera mágica en el set.
La actriz participó recientemente en una reunión especial del elenco en su programa, The Drew Barrymore Show, donde compartieron recuerdos del rodaje. En esa ocasión, Steven Spielberg, incluso décadas después, se sorprendió al ver cuánto habían afectado a la pequeña Drew sus decisiones creativas.
Impactos duraderos en la actriz
El efecto de la película y la interacción entre el elenco dejaron una huella permanente en Barrymore. Su relación con Spielberg se consolidó desde ese rodaje, y el cineasta siguió siendo una figura importante en su vida adulta. En una entrevista reciente, Barrymore describió a Spielberg como la primera persona que se interesó genuinamente en ella. Este vínculo no solo moldeó su carrera, sino que también estableció un estándar emocional que Drew llevaría consigo en trabajos futuros.
El relato de Barrymore es solo una pieza del complejo proceso que fue la producción de E.T. La atmósfera creada por Spielberg, consciente del impacto emocional en Barrymore, muestra cómo las prácticas de filmación afectan la salud emocional de los niños actores.
Reacciones del público y nueva perspectiva sobre los recuerdos
La historia de Barrymore y su vínculo con E.T. resonó profundamente con la audiencia, especialmente entre quienes crecieron viendo la película en su infancia. Personas de todas las edades compartieron su conexión personal con la película y aquellos momentos de la niñez en los que también creyeron que la magia del cine era real.
Henry Thomas, uno de sus compañeros de reparto, relató cómo Barrymore se aseguraba de que E.T. estuviera "cómodo" durante la filmación, un recuerdo que provoca sonrisas. La historia sentimental se complementa con la declaración del propio Spielberg, quien reconoció que E.T. fue una forma de explorar sus propios conflictos emocionales y familiares. Esto aporta un nuevo contexto a las historias detrás de cámaras.