El Banco Central mantuvo la tasa de interés de las Lebac en 28,75 por ciento. Lo hizo en la última licitación del año, en la que vencieron 422.450 millones de pesos, de los que sólo se renovaron unos 304.278 millones. Esto implica que más de una cuarta parte de los vencimientos no se volvieron a aplicar a Lebac. En la autoridad monetaria no mostraron preocupación por la situación debido a que parte de estas letras no renovadas fueron de empresas aseguradoras. Estas firmas recibieron una regulación que les limita la posibilidad de invertir en Lebac, por lo que sus excedentes se comienzan a destinar a los  títulos en pesos emitidos por el Ministerio de Finanzas.

El Central cerró 2017 con tasas de interés cercanas al 30 por ciento, cuando a inicio del año aseguraba q iban a estar cerca del 20 por ciento. Esto fue por el error de diagnóstico con la inflación. La autoridad monetaria planeaba terminar diciembre con los precios subiendo al 17 por ciento pero se finaliza 2017 con inflación del 25. La entidad a cargo de Federico Sturzenegger nunca pudo reducir las altas tasas de interés de las Lebac e incluso, tras un intento de moderar los rendimientos en el primer trimestre del año, tuvo que volver a elevarlas del 24 a más del 28 por ciento. 

El organismo entró en una encrucijada. No pudo bajar la inflación con las tasas altas y ahora no puede bajar la tasa para evitar una corrida desde las Lebac a activos en moneda extranjera. Para comenzar a disminuir el stock de letras se recurrió a la regulación, al forzar a las aseguradoras a desprenderse de estos activos. Pero la medida no resuelve el endeudamiento acumulado en los últimos 24 meses, con un stock que se cuadriplicó y ya superó el billón de pesos. En la city algunos economistas evalúan con incertidumbre la situación y plantean que habrá más novedades en materia de normativas. Dicen que será necesario un canje forzado o algún otro mecanismo de ajuste y renegociación de la deuda para resolver la burbuja de las Lebac. 

Los economistas dedicados al negocio financiero que consultó este diario plantearon algo simple. Al comenzar la gestión era fácil endeudarse en letras porque el nivel de pasivos era muy bajo. Ahora es cada vez más difícil que le sigan prestando a la misma tasa porque el riesgo de impago avanza todos los meses. Lo ponen en términos técnicos. Para seguir prestándole al Central los inversores van a empezar a pedir dos cosas: tasas más altas o un vencimiento en menor cantidad de días. Aseguraron incluso que no sería extraño que vuelvan las licitaciones semanales de Lebac. 

El stock de Lebac al 18 de diciembre, según datos diarios del Banco Central, era de 1162 mil millones de pesos. Se trata de una cifra que supera en casi 20 por ciento a la base monetaria, que se ubica en 993 mil millones de pesos. También supera al nivel de las reservas internacionales, que es de 55 mil millones de dólares, lo que valorizado en moneda local arroja una cifra de 1001 mil millones de pesos. Este último dato muestra las tensiones acumuladas con las letras. La autoridad monetaria ya no tiene las reservas suficientes para poder devolver toda la deuda en Lebac. 

Otros dato interesante para revisar las distorsiones monetarias es el pago de intereses de estas letras. Por día la autoridad monetaria paga unos 800 millones de pesos, monto equivalente a lo que cuesta la construcción de un hospital de alta complejidad. En el año acumula pagos de alrededor de 380 mil millones de pesos. Se trata de una cifra que equivale a tres de cada cuatro pesos del déficit fiscal. 

En tanto, en la city hubo cierta dolarización de carteras, pese a los festejos por la votación de la reforma provisional. El dólar empezó a recuperar ritmo en los últimos días. Ayer la cotización del tipo de cambio minorista se ubicó en 17,95 pesos, con un aumento de 7 centavos en la jornada y de 30 centavos en los últimos cinco días. El dólar subió además en el segmente mayorista, al cerrar en 17,77 pesos, con un alza diario de 22 centavos y 44 centavos en la última semana.