En un giro inesperado del destino, John Wick, la icónica saga de acción protagonizada por Keanu Reeves, no iba a llevar ese nombre. Reeves, sin embargo, desempeñó un papel clave en la transformación del título debido a su hábito persistente de referirse a la película por el nombre del personaje. Esto resultó en una decisión de marketing que añadió millones de dólares en valor al proyecto cinematográfico.

Historia detrás del título original

La concepción de John Wick comenzó bajo el título de "Scorn". Esta denominación reflejaba el tono oscuro y vengativo de la narrativa: la historia de un hombre que se enfrenta a un sindicato criminal tras el robo de su coche y el asesinato de su perro. El guionista, Derek Kolstad, había elegido un nombre que capturaba la esencia visceral del argumento.

No obstante, a medida que avanzaba la producción, Keanu Reeves, la estrella de la película, empezó a referirse a la obra por el nombre de su personaje, una práctica involuntaria pero persistente que no pasó desapercibida para el equipo de producción. Consciente del lapsus, el equipo de marketing decidió cambiar formalmente el título a John Wick, considerando que la popularidad y el carisma del personaje serían un recurso invaluable para atraer al público.

La respuesta del público y su impacto

El inesperado cambio de título no solo complementó la narrativa al centrarla en el icónico personaje, sino que también impactó significativamente en la recepción del público. El nombre de John Wick se convirtió rápidamente en sinónimo de acción trepidante y combates magistralmente coreografiados.

Desde su estreno en 2014, John Wick: Otro día para matar rompió con fórmulas preestablecidas, estableciendo nuevos estándares en el cine de acción. La capacidad de Reeves para encarnar a John Wick, ofreciendo una interpretación poderosa, consolidó su carrera resurgente, asegurando su regreso en posteriores secuelas y spin-offs.

La franquicia que surgió de un error

Con el título consolidado, la saga continuó expandiéndose, dando lugar a exitosas secuelas y nuevas producciones que mantienen el nombre del personaje en el centro de su narrativa. Proyectos como The Continental y Ballerina ejemplifican cómo el universo de John Wick sigue creciendo y captando la atención del público mundial.

El cambio del título de John Wick, inicialmente percibido como un detalle menor, se transformó en una de las decisiones de branding más exitosas en la historia reciente del cine. Keanu Reeves, sin intención deliberada, dejó su huella en un fenómeno cultural que, gracias a la fortuita potencia de su nombre, continúa desarrollando capítulos de acción memorables.