El abrazo que se dieron Lula y Néstor Kirchner, a comienzos del 2002, en Buenos Aires, cambió las relaciones entre los dos países. Hasta ahí marcadas por la rivalidades futbolísticas.
A partir de aquel momento, las relaciones entre los dos países han pasado a ser de dos países hermanos, más allá de las disputas deportivas. Hoy estoy seguro que, entre tantos brasileños que su