La fiscalía pidió la prisión preventiva para el policía federal acusado por el crimen de Thiago Correa, el niño de 7 años que falleció de un disparo en la cabeza cuando esperaba el colectivo con su papá en Ciudad Evita, en La Matanza. El balazo que alcanzó al chico fue uno de los once que disparó el agente cuando intentaba repeler a unos asaltantes que nunca tiraron ningún tiro y que fueron baleados por la espalda cuando huían. La ministra Patricia Bullrich había salido en defensa del policía.

La solicitud apunta al policía federal Facundo Aguilar Fajardo, pero también alcanza a los presuntos ladrones --internados con custodia policial-- Uriel Leiva y Uriel Montenovo, y a Joaquín López Otto, el otro acusado detenido. 

El efectivo policial de 21 años es quien efectuó el tiro que terminó con la vida del niño y es investigado por el delito de "homicidio simple con dolo eventual", por el que podría ser sentenciado a una pena de entre 8 y 25 años de prisión. 

Los otros tres son los acusados de ser los asaltantes que se aproximaron a él con intención de robo y que huyeron cuando Fajardo abrió fuego y comenzó a perseguirlos. La balacera descargada por el policía federal provocó la muerte de Thiago Correa y de un cuarto integrante de ese grupo, Brandon Corpus, de 18 años, que recibió seis disparos y falleció en el acto. 

Leiva y Montenovo también fueron alcanzados por los disparos de Fajardo, por lo que continúan detenidos en un hospital hace aproximadamente un mes. Mientras tanto, el policía y Otto se encuentran formalmente detenidos en diferentes comisarías

La noche del asesinato

A las 22:30 del miércoles 4 de junio, Thiago Correa esperaba un colectivo junto a su padre, Víctor Fabián Correa, en el cruce de la avenida Crovara y Madrid, en la localidad de Ciudad Evita, dentro del municipio de La Matanza.

A dos cuadras del lugar estaba Facundo Aguilar Fajardo junto a su madre y fuera de su horario de trabajo. Al joven se le acercaron cuatro jóvenes con un arma de utilería, pero el oficial respondió con su arma reglamentaria. Al verla, los delincuentes huyeron, perseguidos por el tiroteo ocasionado por Aguilar Fajardo, que disparó al menos once veces.

Con sus disparos, el efectivo mató a Thiago Correa, el niño de 7 años, a Brandon Corpus Antelo, de 18 años, e hirió a Uriel Alexis Montenovo y a Uriel Emanuel Leiva, ambos de 21 años. En aquel momento Joaquín Otto logró escapar ileso y se fugó, pero fue detenido unos días más tarde.

En el lugar de los hechos, la Policía Científica encontró un revólver calibre 38 sin munición ni numeración, una vaina servida, otro proyectil deformado y sangre de Thiago a 200 metros del lugar del intento de asalto. Además, los investigadores secuestraron el arma del efectivo de la PFA para los peritajes.

La situación judicial

Patricia Bullrich, la ministra nacional de Seguridad, resladó al policía y señaló que la acción de Fajardo fue de "legítima defensa" a pesar de que disparó unas once veces y los asaltantes solo huyeron sin tirar una sola vez.

En este contexto también la ministra afirmó que para el Gobierno "el que sale con un arma a robar sale a matar" y fue crítica del fiscal Diego Rulli. "Estoy indignada con el fiscal. ¿Dónde vive?", se preguntó Bullrich al respecto, reprochándole que no avanzara únicamente contra quienes intentaron robarle al policía y que no dejara libre a quien disparó hasta matar a Thiago.

La ministra argumentó que los cuatro delincuentes "son los verdaderos responsables del homicidio de Thiago" aunque en el Código Penal no figura que un asesinato por un disparo pueda ser responsabilidad de alguien que no disparóEl policía detenido había pedido su excarcelación, aunque Rulli rechazó esa solicitud a pesar de las críticas gubernamentales. 

Aguilar Fajardo fue imputado por homicidio con dolo eventual, homicidio en exceso de legítima defensa y tres homicidios en grado de tentativa por dispararles por la espalda a los sobrevivientes. 

En tanto Leiva, Montenovo y Otto fueron imputados por el intento de robo a Fajardo y por ser considerados partícipes necesarios del asesinato de Thiago. “Tentativa de robo en lugar poblado y en banda con uso de arma de fuego cuya aptitud no puede acreditarse” es parte de la acusación contra ellos, dado que no tenían una arma real esa noche.