El cambio climático se hace notar, nuy a despecho de las voces de los negacionistas. Hay más de 300 muertos en España por causas asociadas al calor y Portugal reportó 284 muertes, casi todas de mayores de 85 años. Además, a las terribles inundaciones que asolaron Texas se suman los estagos provocados por los incendios en Europa.

Unas 18.000 personas fueron confinadas preventivamente por un incendio forestal que ha quemado casi 3.000 hectáreas cerca de Tarragona, en la región española nororiental de Cataluña, informaron este martes las autoridades. El incendio originado en Pauls, en la comarca del Bajo Ebro, "afecta una superficie de unas 2.899 hectáreas de terreno mayoritariamente forestal", señalaron los agentes rurales de Cataluña en la red social X a media mañana del martes.

Alrededor de 20 mil personas que viven en zonas aledañas fueron confinadas en sus casas por las autoridades, principalmente por el humo, señaló Protección Civil en X. "Cierren puertas y ventanas y no salgan a la calle, y en caso de emergencia, llamen al teléfono 112", pidió Protección Civil.

Los bomberos, que batallaban contra las llamas desde el lunes, calificaron el incendio de "muy difícil, marcado por el fuerte viento y la difícil orografía". "Ha sido una noche complicada que ha dificultado la labor de los 300 bomberos que han estado trabajando. Se han activado ya los medios aéreos" para colaborar en las tareas de extinción y al dispositivo se han unido soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME), indicó a periodistas Núria Parlon, encargada de seguridad del Gobierno regional catalán.

"Muy pendientes de la evolución del incendio forestal (...) Sigamos las indicaciones y mucha precaución", pidió en X el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. En imágenes grabadas por los agentes rurales este martes, se observan áridas colinas envueltas en una nube gris oscuro y naranja que se extiende ampliamente por el paisaje.

Desde hace varios días, España enfrenta temperaturas sofocantes que han secado los suelos y aumentado los riesgos de incendios. El país vivió su mes de junio más caluroso jamás registrado, con una temperatura media de 23,6 °C, según la agencia estatal de meteorología.

En 2022, 300.000 hectáreas fueron destruidas por más de 500 incendios en el país, un récord en Europa, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (Effis). En este inicio del verano de 2025, ya son 21.000 hectáreas las que han ardido, según Effis.

La ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, advirtió la semana pasada de que este sería un verano "muy complicado" en cuanto a incendios forestales.

Francia jaqueada por el fuego

Y el fuego no solo arrasa España, sino que también es un serio problema en Francia. Un gran incendio que comenzó el lunes en el municipio de Pennes-Mirabeau ha obligado a cerrar este martes el aeropuerto de Marsella, uno de los principales de Francia, y las autoridades han instado a los habitantes de los barrios norte de la ciudad y de varias poblaciones cercanas a mantenerse confinados y a cerrar puertas y ventanas por la fuerte humareda. Las llamas, provocadas por el incendio de un vehículo, se están viendo favorecidas por un potente viento mistral, temperaturas superiores a los 30 grados y la sequedad de la vegetación, en especial tras la ola de calor de la semana pasada, que ha multiplicado su capacidad de propagación.

“El fuego va hacia Marsella. Se pide a los residentes del distrito 16 que permanezcan en sus casas hasta que se den instrucciones. El tráfico debe mantenerse lo más libre posible para permitir el trabajo de los servicios de emergencia”, divulgó en sus redes el Ayuntamiento de la segunda ciudad más poblada de Francia, con 850.000 habitantes.

La circulación de los trenes, tanto de entrada como de salida a Marsella con dirección al norte y al oeste, ha sido interrumpida. La preocupación ahora, sin embargo, se centra en el avance del fuego hacia las zonas urbanas de la ciudad. Los barrios del norte de la Marsella son los más desfavorecidos y tienen una gran densidad de población. Pero los grandes edificios también están rodeados de vegetación. Varias casas individuales han sido alcanzadas por las llamas en el barrio de La Pelouque. Sus habitantes han sido evacuados.

Mientras una densa humareda cubre gran parte de la ciudad, varios cientos de niños permanecen confinados en los centros sociales y centros de ocio de este distrito, situado en el extremo norte de Marsella. Los padres que lo deseen pueden ir a recogerlos, pero la red vial en los barrios del norte de Marsella está saturada.

Procedente de Les Pennes-Mirabeau, municipio contiguo, el fuego ha cruzado la autopista A55, conocida como Littoral. Cinco aviones cisterna realizan rotaciones de forma continua para descargar agua sobre las llamas. Tres polideportivos municipales han sido habilitados para acoger a los residentes en caso de que sea necesario. Los gimnasios Vallier, Rose Fuveau y Croix Rouge están equipados con camas y material de primeros auxilios.

Un poco antes, la Prefectura (equivalente a la Delegación del Gobierno) de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul ya había notificado la recomendación de confinamiento a los residentes del municipio más cercano al incendio, Pennes-Mirabeau, además de enviar mensajes de texto de alerta a la población. En ellos instaba a los habitantes a cerrar puertas y ventanas, aunque dejando libres las vías de entrada por si tuvieran que acceder los servicios de emergencias. No obstante, no se ha producido todavía una orden ni recomendación de evacuación.

Toda la costa mediterránea francesa estaba en alerta desde el fin de semana por peligro de incendios forestales, y el que se está produciendo a las puertas de Marsella no es el único activo. En la zona de Narbona, otro fuego iniciado el lunes ha quemado ya unas 2.000 hectáreas y ha dejado una decena de heridos.