En el marco suscitado por el 120º aniversario del natalicio de Berni y las celebraciones por el Tricentenario de Rosario, se inscribe Pintando a Berni, la obra ganadora del Programa Comedia Municipal de Teatro Norberto Campos, con funciones en Teatro La Comedia (Mitre 958) (hoy a las 17, y del miércoles 16 al sábado 19 de julio en el mismo horario). Con dirección de Nicolás Cefarelli, asistencia de Estefanía Caminotti, dramaturgia de Florencia Cresto y las actuaciones de Juan Pablo Biselli, Agustín Rosso, Fernando Porcel, Cecilia Tesei, Antonela Regalado y Camila Olivé, Pintando a Berni recorre de manera lúdica y musical la vida y obra del artista nacido en Rosario.
“Es una experiencia muy gratificante, placentera en todo sentido. Estrenamos el fin de semana pasado, y se notó a las infancias muy entretenidas y enganchadas con la obra. Y los adultos se emocionan porque la obra juega un poco con los primeros amigos, los primeros amores y los juegos de la calle; no nos habíamos dado cuenta, pero se ve que evidentemente tocamos alguna fibra que, al margen de lo artístico, conmueve”, comenta Nicolás Cefarelli a Rosario/12.
“Se armó un equipo donde todos tiramos para adelante, con la gente de Teatro La Comedia encargada de la producción. Todos aportaron su visión y sus pequeñas cosas para que la obra mejore, con la misma finalidad de llegar con una obra que sea atractiva para el público. Es un equipo que pudo potenciar las individualidades, así que estoy muy conforme. Fue un proceso muy vertiginoso, cansador, de mucho trabajo, pero donde todos los días nos íbamos con algún resultado positivo”, continúa.
-Que sea un proyecto surgido del programa Norberto Campos, los debe hacer disfrutar de una manera de trabajar que no es la habitual.
-Sí, totalmente, porque en verdad que nos sentimos en un momento privilegiado, de poder trabajar bajo estas condiciones, con una producción acompañando, y con un lugar disponible para ensayar. Es la primera vez que quedo seleccionado en la Norberto Campos; y te das cuenta de que es realmente una tranquilidad, y en varios sentidos. Cuando uno produce de manera independiente, hacemos lo que podemos, y ni hablar de que siempre produciendo a riesgo de perder el trabajo generado, en el caso de que no funcione. También por las condiciones de ensayo, que en este caso son inmejorables, porque tenés un teatro a tu disposición. Nosotros estamos acostumbrados a ensayar en departamentos o, en el mejor de los casos, en algún salón grande de algún amigo o amiga. Además, es un privilegio poder producir en momentos tan complejos, como el actual, para la cultura nacional.
-Me parece que la puesta en escena debió invitar al juego, lo digo en el sentido de que, más allá de lo investigado sobre la niñez de Berni, seguramente hubo mucho para imaginar.
-La obra tenía un trabajo de estudio previo bastante exhaustivo, donde muchos de los personajes que aparecían eran reales; pero tuvimos que adaptarla, un poco porque la obra original había quedado un poco atrás en el tiempo, y también porque la convocatoria pedía seis actores y actrices, y no nos daba la cantidad de personajes. Si bien el trabajo previo realizado por Florencia Cresto, la autora, es muy exhaustivo, tuvimos la posibilidad de crear algunas situaciones como nosotros nos imaginamos que han sido, porque realmente nadie sabe si fueron de tal o cual manera. Del Berni niño no hay un registro tan presente, a diferencia de cuando fue ganando notoriedad, y a partir del gran trabajo de Florencia, planteamos un poco de juego y de creatividad sobre sus primeros años, su infancia, sus primeros amigos. Tanto en la obra como en la adaptación, lo mostramos ya adulto, viéndose literalmente desde una tarima, como si fuese su atelier, mirando su infancia; y tratando nosotros de vincular y de buscar un poco cómo fueron sus inspiraciones para algunos de sus cuadros más famosos.
-Entre las distintas facetas de Berni, está también la postura política, que no se puede soslayar.
-Era una decisión tomada encarar todas las aristas de Berni, no solo lo plástico, lo lúdico y lo teatral, sino también su compromiso social, político y cultural, que desarrolló durante toda su vida y su obra. Queríamos resaltar ese aspecto, porque tiene una vigencia que asusta; obras tan viejas, que cada vez ganan más vigencia. Evidentemente, eso es algo que habla muy bien del artista pero no tan bien de la sociedad, porque niños excluidos como Juanito Laguna, o también Ramona Montiel, sigue habiendo y cada vez más; podemos identificarlos en cada esquina de la ciudad. Entonces, queríamos contarlo sin rodeos; los chicos se dan cuenta muy rápidamente, y son los que menos prejuicios tienen con esas cosas, que suceden realmente y que ven todos los días. Nos parecía también que era una forma de homenajearlo y de rescatar lo que quiso transmitir Berni. Por otro lado, fue muy difícil elegir entre tanta cantidad de obra de Berni; fue lo que más me sorprendió de entrada: la cantidad de obras y las maneras diversas desde las que expuso su arte, muy asombroso.
-Me encanta lo mucho que se está hablando de Berni en la ciudad; no sé qué provocará, pero seguramente algo de luz en este entorno tan deprimente.
-Desde el inicio y en la defensa del proyecto, nos propusimos plantear una obra bella y en el sentido más amplio de la palabra, escapándole a lo naif, para que quienes tengan la experiencia de poder asistir, se vayan con el recuerdo de que vieron algo bello, disfrutable, que los acerque al universo de Berni como para seguir estudiándolo, para poder después ir al museo y ver sus obras. Nosotros hacemos una interpretación y un gran collage teatral en su homenaje, pero es también una invitación a seguir buceando en su obra. Me parece que es el artista más importante que hemos tenido en la ciudad. Que vuelva a tener renombre y esté tan presente, creo que será benéfico, también para que mucha gente lo conozca por primera vez.
Cefarelli destaca su agradecimiento “a la Secretaría de Cultura y Educación, por continuar con este programa y en un momento tan complejo a nivel nacional. Agradezco también a Antonio Berni, porque sigue dando material, y porque tiene tanta vigencia. A Estefanía Caminotti, la asistente de dirección, con quien fuimos coordinando el elenco; un elenco que dejó todo en cada ensayo, y en cada función va dejando no solamente mérito actoral, sino también propuestas e innovaciones. Nos sentimos privilegiados de estar trabajando y produciendo teatro en un contexto tan difícil, con un ataque a la cultura nacional totalmente innecesario. En realidad, ellos lo ven como algo necesario, porque es un poco callar las voces que cuentan las historias más argentinas; me parece que el ataque al Instituto Nacional del Teatro, un instituto federal, autónomo y que hizo tanto por el desarrollo de las artes escénicas en todo el país, es una guachada. Si hay cultura pública, habrá entonces cultura de calidad. Como sociedad, debemos replantearnos si queremos ser simplemente observadores o también productores de la cultura que consumimos”.