Al menos 81 palestinos murieron este miércoles en la Franja de Gaza a raíz de ataques israelíes, incluidos 25 que se encontraban esperando asistencia humanitaria, según fuentes médicas citadas por Al Jazeera. La Defensa Civil de Gaza reportó la muerte de 20 personas, asegurando que muchas de ellas fallecieron por "disparos de la ocupación israelí" tras una estampida de personas que esperaban comida en la zona de Al Tina, al suroeste de Jan Yunis, cerca de uno de los centros de distribución. Por su parte, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Israel y Estados Unidos, informó de la muerte de 20 personas en la espera de ayuda, acusando a individuos armados de haber provocado "una estampida", una versión que fuentes palestinas cuestionaron.
El Ministerio de Salud de Gaza atribuyó la muerte de al menos 15 de las 21 víctimas a la intervención del personal de la organización y las fuerzas israelíes. En un comunicado, la cartera indicó que "21 ciudadanos murieron, de los cuales 15 fallecieron por asfixia debido al gas lacrimógeno disparado contra la gente hambrienta y la estampida", sin proporcionar más detalles sobre las otras víctimas. Previamente, una fuente médica del Hospital Naser de Jan Yunis confirmó que entre los fallecidos había "varios niños".
Además, otros cuatro palestinos, entre ellos un niño de seis años y un bebé de un año, murieron en los bombardeos sobre el campamento de desplazados de Al Mawasi. Fuentes médicas también confirmaron que seis gazatíes perdieron la vida en bombardeos en el centro del enclave, en un ataque en la zona de Al Zuweida. En la Ciudad de Gaza, tres personas murieron en un ataque a una vivienda, mientras que otras dos personas fallecieron por heridas de bombardeos previos. El Ejército israelí no se pronunció sobre estos casos específicos, pero informó que en las últimas 24 horas atacó "más de 120 objetivos terroristas", incluidos "células terroristas, estructuras militares, instalaciones de armas e infraestructura subterránea" en Gaza.
Gas para los hambrientos
"Es desgarrador confirmar que 20 personas murieron esta mañana en un trágico incidente", dijo la GHF en un comunicado. Según su versión, "19 de las víctimas murieron pisoteadas y una fue apuñalada en medio de una estampida caótica provocada por agitadores entre la multitud".
En el patio del Hospital Naser, donde se encontraban los restos de las víctimas de la estampida, Abdulá Alian, testigo presencial, describió la situación como una "trampa" para quienes asistían en busca de ayuda. "Nos disparan, nos lanzan bombas y nos rocían con gas lacrimógeno", denunció.
Testigos dijeron que miles de palestinos llegaron al sitio temprano en la mañana, pero los contratistas estadounidenses que lo custodiaban no abrieron las puertas. Un sobreviviente contó a la cadena catarí Al Jazeera: "Corríamos como todos los demás, llegamos a la puerta y nos dimos cuenta de que estaba cerrada. Miles de personas estaban ahí. Los estadounidenses dispararon gas lacrimógeno para dispersar a la multitud, lo que provocó una estampida y muchas personas murieron aplastadas".
Otros testigos afirmaron que los guardias de la GHF también lanzaron granadas aturdidoras además del gas pimienta contra las personas que intentaban ingresar antes de la apertura del centro, lo que generó pánico en la entrada cercada. El Ministerio de Salud confirmó que se utilizó gas lacrimógeno, pero la GHF negó esa versión y afirmó que sus contratistas emplearon "un uso limitado de gas pimienta".
Historial complicado
Según la fundación, criticada por su falta de imparcialidad y por los reiterados episodios de violencia en sus puntos de distribución, la estampida fue "provocada" por personas "afiliadas a Hamas". En su comunicado, la GHF afirmó tener "motivos creíbles" para creer que miembros armados de Hamás fomentaron el incidente de manera deliberada.
La GHF también culpó a los "mensajes falsos" en las redes sociales sobre la apertura de puntos de reparto no operativos, lo que generó desorden en el proceso de distribución. Esto, según la GHF, provocó un acumulamiento en el centro de Jan Yunis y resultó en la estampida tras las "provocaciones deliberadas" de supuestos miembros de Hamas. "Por primera vez, identificamos varias armas de fuego entre la multitud, una de las cuales fue confiscada", señaló la fundación, añadiendo que uno de los agentes estadounidenses encargados de la seguridad en el centro fue amenazado con un arma de fuego.
En respuesta, la oficina de prensa de las autoridades gazatíes denunció que la GHF había "invitado a cientos de miles de personas a recibir ayuda" en un centro, pero luego cerró las puertas metálicas, dejando a miles de personas atrapadas en un pasadizo estrecho. "Los empleados de esta organización criminal y los soldados israelíes usaron gas pimienta y dispararon contra las personas hambrientas, causando asfixias masivas y muertes", acusaron.
Por ello, las autoridades de Gaza reiteraron que "la responsabilidad recae en Israel, la GHF y aquellos que apoyan a esta organización". En un mensaje, exigieron a la comunidad internacional que se detengan las operaciones de la GHF y se realice una investigación independiente sobre los crímenes cometidos.
La ONU ha descrito los centros de la GHF como “trampas mortales”, calificándolos de “inherentemente inseguros” y de ser una violación de los estándares de imparcialidad humanitaria. Por su parte, el director de la Red de ONGs palestinas, Ajmad Shawa, acusó a la GHF de mala gestión: "Las personas que se aglomeran en sus centros están hambrientas y agotadas, y la GHF no organiza adecuadamente el reparto".