Los medios cooperativos y comunitarios visibilizamos las luchas, construimos identidad federal y aportamos una agenda de soberanía. Hoy estamos en situación de emergencia; nuestras comunidades y audiencias pierden acceso a diversidad y calidad informativa, el trabajo comunicacional se precariza cada vez más y es permanente blanco de represión y hostigamiento desde las principales esferas del aparato estatal.