Hace cien años, Buenaventura Durruti ingresó a la Argentina en tren desde Chile. Venía de un raid libertario por Latinoamérica que incluía robos a bancos y, ya en Buenos Aires, sumaría como botín la magra recaudación de un tranvía y la estación de subterráneos de Primera Junta. El viaje había empezado en México y seguido en Cuba. Se movía en grupo con otros anarquistas españoles juntando fondos pa