Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos - 7 puntos 

The Fantastic Four: First Steps, Estados Unidos, 2025 

Dirección: Matt Shakman 

Guion: Josh Friedman, Eric Pearson, Ian Springer y Jeff Kaplan 

Duración: 115 minutos 

Intérpretes: Pedro Pascal, Vanessa Kirby, Ebon Moss-Bachrach, Joseph Quinn, Julia Garner, Ralph Inneson, Paul Walter Hauser, Sarah Niles, Natasha Lyonne. 

Disponible exclusivamente en salas.

Estas vacaciones de invierno tiene lugar un duelo de titanes, una nueva edición de la pulseada que sostienen las compañías Marvel Comics y DC Comics, los dos gigantes de la industria de la historieta, por ver quién le saca más rédito a sus personajes en la pantalla grande. Ocurre que la primera acaba de estrenar una nueva adaptación de Los Cuatro Fantásticos, apenas una semana después de que la segunda pisara fuerte con el enésimo relanzamiento de su primogénito, Superman. Y aunque el peso simbólico de un personaje es muy superior al de los otros cuatro, el momento que vive cada empresa convierte a la puja en un mano a mano bastante parejo y de fuerzas equilibradas.

Por un lado, DC vuelve a apostar todo por su superhéroe de bandera, para relanzar su nuevo universo cinematográfico con la nave creativa ahora conducida por James Gunn, desertor insigne de las filas de su rival. Por el otro, Marvel viene haciendo agua por todos lados desde hace seis años, mostrando apenas destellos de lo que fueron sus casi dos décadas de glorias previas. La compañía, propiedad del pulpo Disney desde 2009, necesita con desesperación a alguien que lidere la reconstrucción del imperio. Y puede ser que con Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos finalmente haya dado con la punta del hilo que la ayude a encontrarle la salida al laberinto de fracasos en el que se metió tras el clímax de Avengers: Endgame (2019).

Se trata del tercer reinicio de la historia del cuarteto. O la cuarta, si se incluye a la mítica (y desaparecida) adaptación producida por Roger Corman en 1994, cuyos protagonistas realizan acá un breve cameo como periodistas durante una conferencia de prensa y como trabajadores de una planta de energía. El homenaje no es mero formalismo. Hay algo de justicia poética en el gesto, pero también de reivindicación de cierta estética original que la nueva película busca recuperar. Tanto en el diseño de arte y en especial en lo que tiene que ver con los personajes, son varios los elementos que remiten a esa versión.

Los trajes de los héroes, sin ir más lejos, son muy similares a los de la película de Corman. En ambos casos, la inspiración hay que buscarla en lo que Jack Kirby imaginó en 1961, cuando creó los personajes junto a Stan Lee. Algo que ninguna de las versiones intermedias respetó, en busca de aggiornar el diseño al siglo XXI. La nueva Los Cuatro Fantásticos realiza el movimiento contrario: se juega por una estética retrofuturista y pulp que rescata el imaginario del mañana que se tenía en aquel momento. Y eso ya resulta estimulante, estableciendo algunos grados de distancia entre ficción y realidad. Algo que no intentaron la mayoría de las adaptaciones de historietas, hasta ahora.

La potencia de estos Primeros pasos reside en esa búsqueda de crear un universo no nuevo, pero sí distinto de lo que viene haciendo el género. Poner en valor la naturaleza fantástica del relato, evitando todo lo posible recaer en el capricho de abordar las película de superhéroes como un espejo del mundo real. También ayuda el casting, quizás los mejores Cuatro Fantásticos que hasta ahora se vieron en el cine. Son ellos los que consiguen que los personajes mantengan la falibilidad de su condición humana, a pesar de su poder, y manifiesten conflictos internos sin que resulten inverosímiles. Es cierto, la película reincide en un final que resuta otra fotocopia deslucida de un fin del mundo fallido, pero ese defecto lo suple con humor y, sobre todo, fantasía.