La literatura es el lugar desde el cual coinciden, se dicen, piensan, discuten, proyectan. También porque son amigas. Se trata de La vida extraordinaria, la obra con dramaturgia y dirección de Mariano Tenconi Blanco, que reúne en sus protagónicos celebrados a Valeria Lois y Lorena Vega: dos amigas oriundas de Ushuaia, con vidas más o menos distintas pero parecidas a las de cualquiera. Este sábado a las 21.30 y el domingo a las 19, La vida extraordinaria se presenta en Teatro La Comedia (Mitre 958).

“La literatura es central en mi dramaturgia. Cada proyecto de escritura es, antes que nada, un proyecto de lectura. La génesis de La vida extraordinaria es dual: primero, quería tener tiempo para leer y releer el Ulises de Joyce. Y como uno no puede dedicarse a leer, se dedica a escribir. Y después, quería probar distintas formas de escritura y que, a la vez, sea teatro. Así, en la obra hay diálogos y monólogos pero también poemas, cartas, diarios y hasta una zona un tanto ensayística. Eso sin dejar de ser teatro, en el sentido más cabal de la palabra, con dos grandes actrices, música en vivo, varias historias, amores, padres, hijos, conflictos, lágrimas y risas”, comenta Mariano Tenconi Blanco a Rosario/12.

-La caracterización de Valeria Lois y Lorena Vega remiten, entre otras cosas, al Hollywood clásico, ¿qué lugar ocupa el cine en tu tarea teatral?

-Me gusta mucho el cine. En este caso, la referencia no fue puntualmente buscar algo determinado en el cine. La idea fue, mas bien, no tomar a la realidad como parámetro sino a la ficción: considerar a la ficción como una verdad. Así, la indagación en torno a la actuación se influenció mucho en el cine clásico. Y además, se trata de Lois y Vega, dos divas en el mejor sentido de la palabra diva: dos actrices que todo lo que tocan lo vuelven sagrado.

-El título de la obra encierra una síntesis y también alude a mucho más.

-El título surge un poco de la idea de pensar qué sería lo extraordinario. Estas dos mujeres “normales” que tienen dos vidas “normales” encuentran al menos dos cosas extraordinarias en su vida: la primera es su amistad, desde que son niñas hasta el fin del mundo. Y la segunda es la poesía.

-A propósito, ¿cómo surgen estos personajes, tan cercanos y a la vez distantes, en Ushuaia?

-Me parecía lindo escribir este melodrama de pueblo fuera de la provincia de Buenos Aires, que es quizás el lugar por antonomasia por el canon del gran Manuel Puig, presumo. Y me parecía lindo que fuera Ushuaia, que es una de las ciudades más hermosas de nuestro país y que es, además, un lugar de otro planeta. Y una vez que elegí esa ciudad, seguramente de un modo muy intuitivo, empezaron a proliferar las posibilidades de asociaciones y resonancias. Es el fin del mundo, y cada vez que una obra de teatro termina sucede el fin de un mundo, no hay otra forma de final.

-¿La elección de las actrices surgió durante la escritura?

-Las elegí después. La obra estaba terminada, revisada, e incluso había sido premiada. Pero una vez que comencé a trabajar con ellas modifiqué, cambié, corté y reescribí, porque fue muy estimulante ensayar con Valeria y Lorena y reformular algunas cosas para hacer el traje a medida de tamañas actrices.

-¿Cómo encaraste el trabajo con ellas?

-No me gusta hacer trabajo de mesa, leer y releer o pensar en los personajes como si fueran personas. No analizo los por qué ni hago estudios psicologistas. No hago nada de todo eso. Creo en la ficción. Y creo en las actrices. Tengo ideas del espacio y de movimientos, que preparo previamente con mi equipo. Las actrices estudian la letra. Y empezamos a probar, conversamos, intercambiamos referencias, trazamos hipótesis, explico lo que se precise explicar y seguimos probando. Trabajo así. Y me gusta mucho. Es una conversación. Probar. Mirar. Y hablar.

-Con la trayectoria ya ganada, ¿la obra adquirió una fisonomía diferente a la prevista?

-Las obras cambian todo el tiempo, porque cambia también el que observa. Nosotros, los que la hacemos, ya no somos los mismos. Valeria y Lorena son amigas hace muchos años. Los demás que formamos parte del equipo las conocimos a ellas en esta obra. Y hoy todos somos amigos. Me gusta eso. La ficción modificando la realidad. Y que una obra sobre dos amigas nos hizo tener un montón de amigos nuevos.

 

La vida extraordinaria cuenta con dramaturgia y dirección de Mariano Tenconi Blanco, y las actuaciones de Valeria Lois y Lorena Vega. Producción: Carolina Castro, narración: Cecilia Roth, músicos en vivo: Ian Shifres y Elena Buchbinder, música original: Ian Shifres, escenografía: Ariel Vaccaro, vestuario: Magda Banach, iluminación: Matías Sendón, coreografía: Jazmín Titiunik.