Con un convencional que cree que no hay que reformar la Constitución y algunos atisbos de acuerdo sobre las características metropolitanas que debería tener la futura autonomía, sesionó ayer por primera vez la comisión de Régimen Municipal, Derecho a la Ciudad y Ordenamiento Territorial de la Convención constituyente, durante un encuentro que se realizó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). También se planteó tener una mirada que contemple la diversidad -no solo por escala poblacional- de las comunas y las ciudades medianas de la provincia.
Si bien no comenzó el debate preciso sobre los dos artículos de la Constitución que la comisión debe reformar, el 107 y 108, que establecen el marco del régimen municipal, los convencionales comenzaron a exponer sus puntos de vista y acordaron convocar a una audiencia pública para el viernes 1º de agosto en el Concejo Municipal local, en la que expondrán instituciones de la sociedad civil y particulares que previamente hayan presentado propuestas de reforma.
La jornada se inició con la bienvenida del dueño de casa, el decano de la Facultad de Derecho de la UNR, Héctor Botta, quien dijo: “Como ciudad estamos esperando la autonomía y es trascendente que se debata acá, porque esto también es defender la universidad pública”.
El debate
El diputado nacional y convencional de Más para Santa Fe, Diego Giuliano, celebró el comienzo de la discusión sobre la autonomía en Rosario y afirmó que “Santa Fe tiene municipios en cautiverio, porque no hay régimen institucional autónomo”, por lo que consideró que “es una gran oportunidad hacerlo desde esta ciudad, desde Santa Fe y Reconquista”, que también serán sede de la comisión.
En respuesta a un planteo del convencional de La Libertad Avanza (LLA) Nicolás Mayoraz, quien sin apartarse un ápice del libreto narrativo de su fuerza política planteó: “Los desafíos que tenemos que ver es quién paga esto y vamos a estar aquí para defender los intereses de la gente, para que la autonomía no sea la de la casta política sino la de los ciudadanos”, Giuliano sostuvo: “Estoy viendo el pánico a la autonomía que están queriendo imponer, diciendo que va a haber más tasas e impuestos: lo que va a haber es armonización tributaria, la provincia va a tener que ceder recursos”. En ese línea, indicó: “Vamos a tener que discutir recursos, porque no hay autonomía sin recursos”.
El diputado provincial socialista, Joaquín Blanco, afirmó a su turno: “Tenemos que construir nuestro propio camino, no puede ser mediante la improvisación: no vamos a descubrir la pólvora, hay ejemplos de Brasil, de México, sobre las gobernanza de las áreas metropolitanas, que no puede ser áreas de coordinación”.
El convencional se inclinó por “darle jerarquía constitucional a las áreas metropolitanas y a su institucionalidad” y dijo que “eso significa que la provincia va a ceder facultades y recursos, y los municipios van a estar obligados” a administrarlos. “Para nosotros el área metropolitana tiene que tener sus autoridades democráticas propias, tomar decisiones sobre residuos, transporte, planificación del suelo”, abundó Blanco.
“¿Por qué no pensar la Constitución con un régimen especial para el área metropolitana de Rosario, que tenga un tratamiento diferencial para seguir creciendo?”, se preguntó, para aclarar que “no se trata más de un debate norte versus sur, sino de cooperación” entre los municipios que conforman un área común, como la del Gran Rosario.
El concejal y convencional Juan Monteverde planteó que para “que esta sea una Constitución legítima debe tener un fuerte respaldo popular". "No nos tenemos que olvidar que estamos reformando una Constitución en un proceso histórico muy particular: el problema de nuestro tiempo es que la mitad de la gente no está yendo a votar”, agregó.
Para el referente de Ciudad Futura, con la reforma se tiene “la oportunidad de empezar a abordar esa crisis de representación política que estamos viviendo” y el modo de hacerlo, dijo, es “intentar vincular los debate más técnicos y específicos, a la vida cotidiana de la gente”.
En esa línea, agregó que “la autonomía tiene que ver con que la ciudad pueda darse sus propias instituciones, pueda decidir cómo quiere gobernarse según su propia realidad. Nuestra idea es invertir la pirámide del poder. Hoy hay muy poquitos arriba que toman decisiones para los muchos de abajo. Queremos poner arriba a los que están últimos, poner a los muchos arriba y discutir si las instituciones que hoy tenemos funcionan”.
El libertario Juan Pedro Aleart se quejó porque “no se ha escuchado antes” de iniciar el proceso de la reforma a la ciudadanía, que el próximo viernes tendrá la posibilidad en la audiencia pública que se realizará a partir de las 9 en el Concejo Municipal. El experiodista valoró que se haga ahora la convocatoria pero, insistió, “esto debió haberse hecho antes”.
El senador radical del Departamento Constitución, Germán Giacomino, replicó entonces que “la responsabilidad de haber informado es de cada uno de nosotros, no podemos decir que no hubo participación”. Además, afirmó que “muchos de los partidos que hoy forman parte de esta Convención se opusieron a esta reforma” , como fue el caso de La Libertad Avanza, que incluso intentó detener el proceso con una presentación judicial. “La participación la dimos antes, durante y la estamos dando ahora. Es la comisión más federal. Tenemos que dejar la chicana de la no participación”, cerró Giacomino.
Reformador sin reforma
Si bien el planteo general de los convencionales de LLA es repetir “casta” cada tanta cantidad de palabras, llamó la atención la posición del intendente de Las Rosas, Javier Meyer, quien se manifestó en contra de cambiar el texto constitucional, a pesar de haberse presentado a elecciones para ese objetivo. “Voy a defender la Constitución (actual) salvo pequeñas cuestiones”, dijo al pleno de la comisión.
Meyer sostuvo en su exposición que “sí trabajaría en un Ley Orgánica (de muncipios y comunas) mejor”, porque la que está vigente se encuentra desactualizada. “Creo que hay muchas cosas por tocar antes que una Constitución”, afirmó el convencional elegido para reformarla. Una de las cosas que quiere tocar son las personas: “El problema acá es el factor humano. No son malas las leyes, pero el problema es el costo de la política, la vagancia que se ha instalado en el Estado, nadie quiere laburar”, despotricó.
En típico tono libertario, señaló que “la necesidad de esta reforma es desde la política, desde los espacios políticos, no es una necesidad que manifestó la gente, el empresario, el productor, la gente que paga los impuestos”. El intendente de Las Rosas indicó que “escuchando las diferentes propuestas” de sus colegas convencionales, como crear instituciones metropolitanas, “está claro que esto insta a ampliar las facultades del Estado y al Estado, más reparticiones y más gente. Creo que están buscando lugares para la militancia”.
Meyer dijo que “Las Rosas, dentro de esta Constitución y este sistema, pudo revertir una situación de una ciudad quebrada, deficitaria, a una ciudad que tiene superávit, obras con recursos propios, parque automotor renovado”. Si él pudo, para qué reformar la Constitución de 1962. “Hay que terminar con el robo, con la corrupción, con los cargos ociosos, hay que controlar al personal y poner las cosas en orden”, pregonó, para asegurar que “las municipalidades pueden tener superávit, Las Rosas es una muestra”. Si bien la comisión de la que participa se encarga de debatir el regimen municipal, el derecho a la ciudad y el ordenamiento territorial, cerró con una convicción: “Voy a defender el texto constitucional” que está vigente.