Este viernes, a las 21, el escenario de El Aserradero (Montevideo 1518) recibirá a Martín Neri, músico rosarino de trayectoria profunda en la música popular argentina, que vuelve a su ciudad con un puñado de canciones nuevas, un disco en gestación y la alegría de tocar en el lugar que ayudó a fundar allá por 2002 junto a Mario Chiappino.

Guitarrista, cantante y compositor, Martín Neri es también docente y gestor cultural. Su andar por el mapa sonoro argentino incluye cinco años como guitarrista del Dúo Salteño, y colaboraciones estrechas con artistas como Teresa Parodi y Chacho Echenique. 

Neri elige pensar la música "desde la colaboración, desde la otredad", donde nada se construye en soledad. 

“Intento caminar con este oficio de la forma más genuina, siempre poniendo por delante el deseo”, dice Neri, que está actualmente grabando en Buenos Aires un disco de canciones propias en formato guitarra y voz, el más íntimo y a la vez el que mejor lo representa: “Es el formato donde más cómodo me siento. Tenía la necesidad de dejar registro de ese vínculo entre la guitarra y la voz, que es lo que más trabajo y disfruto”.

El recital de este viernes en Rosario funcionará también como un ensayo abierto de ese repertorio nuevo. Pero no será la única vez que el músico se suba al escenario de El Aserradero: en septiembre comenzará el ciclo "Guitarrada", donde compartirá cuatro jueves a pura música con artistas admirados y entrañables: Teresa Parodi, Juan Falú, Luna Monti y José Luis Aguirre. Serán encuentros únicos, en los que el público podrá sugerir canciones del cancionero popular para ser versionadas en formato guitarra y voz. Las fechas: 11 y 25 de septiembre, 2 y 23 de octubre.

En el medio, Neri viajará a Brasil para grabar junto a Chacho Echenique (de 86 años) un disco con seis obras inéditas del Dúo Salteño, con arreglos originales del Cuchi Leguizamón. El proyecto contará con la producción del pianista André Mehmari y dará lugar también a un documental que registrará ese cruce musical entre Argentina y Brasil: “Para mí es una militancia hermosa que Chacho se sienta cómodo cantando conmigo, porque la pasamos muy bien y él está impecable. Ya se logró lo que queríamos”.

Martín Neri vuelve, entonces, no sólo a Rosario sino a su lugar de origen como artista: a la raíz. A la cama grande que menciona en una de sus nuevas canciones, símbolo de abrigo, de infancia y de memoria. “Crecimos libres abrigados de memoria”, canta. Y cada palabra suya, cada acorde, recuerda que también hay canción para resistir.