Newell’s trae un nuevo refuerzo y otra vez apunta al fútbol colombiano. A pesar de que la mayoría de los jugadores que trajo el club en los últimos años no se consolidaron en el equipo, la dirigencia de Ignacio Astore asume más compromisos económicos para comprar el pase de Luis Angel Díaz a Envigado. El delantero viajará a la ciudad una vez que la directiva tenga habilitada una plaza para jugador extranjero, para lo cual debe desprenderse de Carlos Ordoñez, a quien le compró el pase en 2023 y no jugó un solo minuto en el primer equipo.

En Newell’s no hay nadie que analice la búsqueda de refuerzos. El club trae lo que le pide el técnico de turno, contrata compulsivamente y en general los entrenadores en el parque Independencia no duran más de tres meses. Cristian Fabbiani quiere a Luis Díaz, delantero de Envigado. Para traerlo hay que comprarlo. Y el presidente Astore se endeuda a pedido del entrenador a pesar de que los antecedentes de malos negocios que hizo la institución en los últimos cuatro años, comprando jugadores que no llegan ni a jugar tres partidos seguidos de titular. A Díaz los leprosos le compran el 70 por ciento del pase. Para anotarlo hay que desprenderse de un jugador y la dirigencia está a la tarea de vender, a cualquier precio, a Ordóñez, el defensor colombiano que adquirió en junio de 2023, le hizo contrato por cuatro años, y no solo no jugó en Primera sino que no era titular ni en reserva.

Díaz estará en la ciudad una vez que los rojinegros tengan habilitada la opción de traer un nuevo refuerzo. El club tiene hasta fin de mes para vender a Ordóñez pero se espera que el delantero de Envigado sea autorizado a viajar a la ciudad en los próximos días para firmar contrato y sumarse a los entrenamientos en Bella Vista.

La falta de profesionalidad para la búsqueda de refuerzos tiene al club agobiado de deudas y sufre por la intrascendencia con la pasan por la entidad los jugadores que contrata. Algunos están solo seis meses (Gabriel Carabajal, por ejemplo), otros un año pero solo para hacer suplentes (Juan Ignacio Méndez, Fernando Cardozo) y otros para jugar solo unos partidos y quedar relegado (Lucas Besozzi). Díaz viene con el desafío de romper con este hábito de los leprosos de sumar futbolistas sin lograr elevar ni un poco el nivel competitivo del primer equipo.