El Barcelona de Lionel Messi terminó 2017 con la mejor alegría posible, al derrotar al Real Madrid de visitante en el clásico más importante de la liga española por 3 a 0. El partido por la fecha 17 marca el comienzo del receso por las Fiestas: la actividad volverá el 6 de enero. El Madrid cierra el año como campeón de Europa y del mundial de clubes pero, a falta de un partido (programado para más adelante por su viaje al torneo en Emiratos Árabes Unidos), ve a su rival de toda la vida desde la cuarta posición de la tabla: el Barcelona, invicto, tiene 45 puntos, contra 31 del equipo de Zinedine Zidane.

La primera mitad mostró un partido parejo, en el que no se sacaron demasiadas ventajas. El Madrid, recibido por su público con aplausos tras revalidar el título mundial, salió con la idea de lograr una victoria, imperiosa para poder recortar distancias en el torneo local. El final del primer tiempo llegó sin que se hubiera abierto el marcador. En la segunda mitad, una contra del Barcelona resultó letal: Luis Suárez empujó a la red la pelota en la culminación de una jugada que surgió en Busquets y siguió en Rakitic. Este abrió para Sergi Roberto, que de primera asistió al delantero uruguayo. Iban nueve minutos del complemento.

EFE
Suárez es el centro de los abrazos tras abrir el marcador.

A partir de allí se notó la superioridad de los catalanes, que empezaron a  hacer más intensa la presión ante un Madrid que no atinó a responder. Así, a los 18, llegó la jugada que definió el partido. Una serie de rebotes en el área de los madrileños, tras un remate de Suárez que dio en el palo, generó una mano de Carvajal para evitar la caída de su valla. El árbitro expulsó al defensor y cobró penal, que Messi facturó.

Zidane buscó darle pese ofensivo a su equipo, pese a la desventaja numérica. Bale y Asensio entraron para tratar de mejorar la producción de un equipo que dejaba una imagen muy floja, entre los chiflidos de su público. Ni siquiera Cristiano Ronaldo pudo aportar por encima de la media y las tribunas se empezaron a vaciar. En ese marco se dio el tercer gol, sobre la hora, cuando Messi desbordó y tiró el centro atrás, para que Aleix Vidal batiera a Keylor Navas. El final del partido marca que los catalanes lideran la liga invictos, con 14 victorias y 3 empates, con nueve puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid, el segundo en la clasificación, y la sensación de que el Real no pelará por el título cuando falta más de la la mitad del calendario.

El partido se programó para las 13 de Madrid, a fin de que, por diferencia horaria, coincida con el prime time del mercado asiático, en el que la liga española tiene puestos los ojos. Aunque los derechos de TV que pagan Japón y China aun siguen lejos de los de Europa, la diferencia se genera en el marketing. Los equipos más importantes de España, y también de las principales ligas europeas, miran con suma atención el nivel de consumo que se genera al otro lado del mundo.