Bajo la consigna “Paz, Pan y Trabajo” la Confederación General del Trabajo (CGT) y organizaciones como las dos CTA, la UTEP y movimientos sociales encararán una jornada federal por el día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, que si bien tendrá como epicentro la Plaza de Mayo, también tendrá su réplica en la provincia de Buenos Aires.
Desde La Plata, los integrantes de la regional de la CGT, junto a dirigentes aliados de Barrios de Pie, el sector agrario del cordón flori-fruti-hortícola, la UTEP y las CTA, se convocó a una jornada desdoblada dado que habrá actividades también en la ciudad capital, como en otros puntos de la provincia bajo la organización de las respectivas regionales, 72 de ellas ya normalizadas sobre un total de 79.
“En estos tiempos se pone en tela de juicio por parte del Gobierno de turno no solo la representatividad de nuestras organizaciones, sino también de la democracia. Se subestima la organización y es fundamental esta fecha simbólica que es el 7 de agosto”, postuló el dirigente Ignacio Bruno, de la CGT La Plata.
Los gremialistas y referentes sociales mostraron suma preocupación por el incremento de personas en situación de calle en la región, como así también de la proliferación del consumo de estupefacientes en los barrios más postergados, lo que ataron como consecuencia de la pérdida de puestos de trabajo y una profundización del detrimento en las condiciones de vida desde que asumió la gestión libertaria.
Por caso, expusieron que el nivel de endeudamiento de las familias expresa el 91 por ciento de los hogares, mientras que el 60 por ciento de ellos destina sus ingresos mensuales al pago de deudas. En los números de la CGT, la composición de las deudas alcanza a 12 mil millones de pesos en créditos personales y 15 mil millones de pesos en tarjetas de crédito.
A ellos se suma que la tasa de desocupación en el orden nacional alcanza el 7,9 por ciento, en tanto que en el Gran Buenos Aires ya llega al 9,1 por ciento y, a su vez, crece la tasa de informalidad laboral que alcanza el 42 por ciento. Uno de los datos más llamativos es que el 28 por ciento de los desocupados corresponde al segmento de personas con universitario completo.
En ese contexto, Bruno explicó además que se vive “en una instancia de discusión plena en cada rama, esa una gran construcción de espacios de lucha en una movilización pacífica con una carga simbólica enorme y, a diferencia de otros años, tomamos la decisión de descentralizar esa lucha”.
En concreto, una buena parte de los gremios confederados van a movilizar a la Plaza de Mayo a las 13, posterior a la procesión desde el santuario de San Cayetano en el barrio porteño de Liniers; en tanto que otro grupo realizará una procesión en La Plata, que concluirá a las 19 con una misa en la parroquia en honor a esa figura bíblica, ubicada en 44 entre 29 y 30. “Creemos que va a ser una movilización enorme”, afirmaron las organizaciones convocantes.
Ramiro Berdesegar, dirigente de la UTEP platense, destaca el incremento en “la cantidad de feriantes y compañeros que salen todos los días a vender comida o ropa”, como así también a los cartoneros, pese a que con las importaciones el cartón bajó el precio del kilo. “A toda esa masa de trabajadores formales que perdieron sus puestos de trabajo, la vemos incrementando el universo de la economía popular”, describió.
“Este es el gobierno de las calamidades, vino a atacar el trabajo. Cerraron más de 12 mil pymes en un año y medio. Eso es compañeros que perdieron su trabajo. Son la cara de la entrega y la desidia y acá está la cara de la esperanza, expresada en la unidad del movimiento obrero argentino. Eso se va a expresar este jueves: una gran unidad y fe profunda de que hay que cambiar esta política”, señaló Berdesegar.
A su lado, también de esa organización de trabajadores de la economía popular, Daniela Torrez dio cuenta de cómo la crisis impacta en los barrios más vulnerables, al señalar que “nuestros compañeros hoy no tienen cómo costear una garrafa, esa es la clase de golpe que nos pegó este gobierno: poder calentar la comida es dignidad y eso nos han quitado”.
“Este gobierno no recorre los barrios, no sabe la situación gravísima que atraviesan nuestros barrios, son los que revisan la basura para poder ver qué hay ahí adentro para poder comer”, apuntó.
En el medio, una porción de trabajadores desencantados reniegan de las expresiones de organización e incluso de ejercer el derecho al voto en las elecciones, algo que se visualizó en todas las elecciones que se llevaron a cabo al momento en el país. “A los compañeros desencantados, que los hay, les pedimos que participen, este es el momento de poner e pecho. Que vayan a votar también. Nosotros respetamos la voluntad popular siempre, por eso pedimos que participen en sus juntas internas, que se acerquen a las movilizaciones”, dijo Bruno a Buenos Aires/12.
Uno de los datos que genera alarma en la central obrera tienen que ver también con la utilización de la capacidad instalada en la industria manufacturera que, en promedio, se encuentra en el orden del 58,6 por ciento. Aquí, entre los sectores más afectados se encuentran la industria automotriz, textiles, caucho y plástico y la industria metalmecánica, algo que suele repercutir especialmente en las medianas y pequeñas empresas, que ponen puestos de trabajo en juego.
“Para aplicar estas políticas, el gobierno tiene que dividir a los sectores populares usando sus instrumentos políticos, judiciales, mediáticos, para tratar de poner como responsables a las organizaciones sociales y sindicales. Tienen que terminar con la organización, si no, no tienen forma. Nosotros vamos a demostrar que hay unidad”, concluyeron las organizaciones.