Luego de que su antecesor Antonio Bonfatti haya definido el pacto fiscal como una "imposición" del gobierno nacional sobre las provincias, el gobernador Miguel Lifschitz consideró que la sola posibilidad de que la Legislatura santafesina no lo rubrique acarreará "serios perjuicios para la provincia". "Sería muy gravoso para la provincia quedar afuera de ese consenso", dijo el mandatario socialista y aguardó, al mismo tiempo, que los diputados y senadores lo aprueben en febrero, en sesiones extraordinarias. El diputado nacional Luis Contigiani ya le dio su aval en el Congreso. En el pago chico, los socialistas dicen que "a principios de año que viene hay que dar el debate". Desde la bancada kirchnerista ya avisaron que van a rechazar lo que consideran un "suicidio político". El PRO aguarda la resolución de lo que cree "un capítulo más de la interna del PS".

"Esto no ha sido un consenso fiscal, ha sido una imposición y una coerción a los gobernadores para la firma", manifestó durísimo Bonfatti a mediados de semana. El presidente dela Cámara de Diputados se permite declarar lo que el gobernador no. En declaraciones a LT10, el legislador reiteró sus feroces críticas al presidente Mauricio Macri, porque "las decisiones que está tomando, fundamentalmente en materia económica, son equivocadas y precipitadas". Pero así como desde el ala partidaria del socialismo, conducida por Bonfatti, se condena al pacto, desde otro sector del Frente Progresista se lo apoya. Es que Contigiani votó afirmativamente el acompañamiento de la norma en la Cámara Baja nacional. El ex ministro contribuyó a los 145 votos positivos, integrados por legisladores de Cambiemos y el bloque Argentina Federal, que representa los partidos peronistas provinciales. Se opuso el Frente Para la Victoria y se abstuvo el Frente Renovador.

Con esos matices, para Lifschitz, en la Legislatura provincial "no ha habido tiempo de debatirlo" y no es que se muestre "reticente" en hacerlo. "Obviamente el hecho de no aprobarlo y no integrar el consenso fiscal genera serios perjuicios para la provincia, nos inhabilita para recibir el fondo sojero, la compensación que ha establecido el gobierno nacional para todas las provincias, para cubrir el déficit de las cajas previsionales, sería muy gravoso para la provincia quedar afuera de ese consenso", avisó el gobernador en diálogo con Rosario/12. "No ha habido tiempo material para hacer un análisis más profundo, se va a debatir y seguramente aprobar en febrero", confió.

"El pacto no está pensado desde el punto de vista del oxígeno (a las cuentas provinciales), salvo que se cumpla el último punto que es el del saldo de la deuda coparticipable. En el resto de las cosas salimos empatados, si bien hay algunos beneficios por un lado, también hay disminución de impuestos provinciales, ingresos brutos, sellos, todo eso va a tener un impacto a la baja de la recaudación de la provincia. Pero esperamos que con otras medidas y también con el crecimiento de la economía, porque todos tenemos la expectativa que el crecimiento económico, se permita compensar lo que perdemos por vía de reducción de impuestos, y que esto aliente también la inversión de las empresas", ahondó el gobernador.

La Legislatura cerrará efectivamente el 2017 sin darle tratamiento a la rúbrica. El socialista Joaquín Blanco rescató que tanto Bonfatti como Lifschitz fueron "críticos" para con el pacto. Para el legislador, el consenso fiscal "se discutió en una semana, un escasísimo tiempo para hacer transformaciones muy fuertes". Blanco cree que el gobernador defendió "a capa y espada los intereses de la provincia", pese a que el acuerdo "no es el ideal". "Es el pacto posible en la Argentina de 2017, estuvo a la altura de las circunstancias", cerró.