El oasis para las lectoras y lectores está en el barrio de Chacarita, en el C Complejo Art Media (Corrientes 6271), donde 330 sellos editoriales independientes tientan con sus catálogos eclécticos, exquisitos, raros y disruptivos. “No conocemos el futuro del libro, pero sabemos que va a estar acá”, se lee en una tela de fondo negro y letra blanca apoyada sobre una pared en la calle Luis Chitarroni (1958-2023). En la Feria de Editores (FED), que empezó el jueves y termina este domingo, con entrada libre y gratuita, las calles internas tienen nombres de escritoras y escritores: Beatriz Sarlo (1942-2024), Juan Forn (1959-2021), Sara Gallardo (1931-1988), Marcelo Cohen (1951-2022) y Hebe Uhart (1936-2018.). En la hora “pico”, que curiosamente se anticipa y suele comenzar apenas abre el lugar (de 14 a 21), hay poco espacio para caminar, mucha alegría y conversaciones que se multiplican formando una red.

El jueves pasaron 4250 personas contra 3400 el mismo jueves del 2024, un 25 por ciento más. “A la FED vienen lectores”, confirma Marcela Carbajo, de Empatía, editorial especializada en literatura africana. “Lo principal cuando conversamos con alguien que recién conoce nuestra editorial es tratar de vencer esa barrera inicial sobre lo que se cree de la literatura africana. Muchos se sorprenden de que tengan grandes escritores y me comentan que ‘escriben como nosotros’. Y es cierto que escriben como nosotros, con sus temas y sus problemáticas”, aclara la editora de Empatía que acaba de editar La casa del hambre, de Dambudzo Marechera (1952-1987), una suerte de “Bukowski de Rhodesia”, que murió a los 35 años a causa del Sida.

La memoria le dibuja una sonrisa silenciosa al editor Américo Cristófalo, de Paradiso. Cuando creó la editorial en 1992 junto a Christian Kupchik (1954-2023), sólo estaba en Rosario Beatriz Viterbo, que había empezado a publicar libros en 1991. “No había editoriales independientes en los comienzos de los noventa; éramos las únicas ”, recuerda y hace un gesto con la mano, tratando de abarcar lo que lo rodea, es decir más de 330 editoriales de Latinoamérica y España. “¡Mirá ahora la cantidad que somos; es alucinante!. Yo creo que no debe haber país en donde haya tanta movida independiente y una feria como esta, que es única en el mundo”.

 

 

Los libreros independientes también llegan a comprar con un descuento del cincuenta por ciento. Martín Mader (24 años), de la librería El Erudito Libros de San Lorenzo, ciudad ubicada en la zona sur de Santa Fe, es la primera vez que está en la FED. Compró Ficciones gauchopunks, que reúne dos novelas de Michel Nieva, en el stand de Caja negra. Pero muestra la bolsa de libros, junto a Camila Zamora (25 años), su compañera, y enumera más autores que se lleva para que puedan disfrutar los clientes de la librería santafesina: Eric Sadin y Byung- Chul Han. Camila comenta que ella compró en la editorial Qeja ¿Por qué las hijas no matan a sus madres?, de Luciano Lutereau, y Quiero ser yo el que te diga que te vayas, de Hernán Salcedo. “Compramos libros que nos gustan mucho para contagiar y fomentar la lectura de editoriales independientes a los lectores en nuestra librería”, subraya Mader. El Erudito es una pequeña librería independiente de 16 metros cuadrados que cumplirá dos años en octubre. En San Lorenzo viven unas 50.000 personas. Camila bromea y la define como “una ciudad con espíritu de pueblo”.

Nicolás Braessas tiene una editorial especializada en literatura coreana, Hwarang, que desde 2019 lleva publicados 35 títulos. En el antiguo reino de Silla, había un grupo de guerreros poetas llamados Hwarang (muchachos flor). Su misión era salvaguardar lo más importante de su cultura. Hwarang editorial intenta recuperar ese espíritu y difundir la cultura coreana en el mundo de habla hispana. “Esta feria es un oasis”, afirma el editor. Braessas observa que como editorial tienen la suerte de que Corea está “muy de moda”, especialmente porque la última premio nobel de Literatura fue la surcoreana Han Kang, la autora de La vegetariana

Hace unos quince años, cuando todavía no había nacido la Feria de Editores, Braessas fue a un ciclo de cine coreano, organizado en la embajada, y quedó fascinado. En ese momento no había nada traducido y empezó a estudiar el idioma, le salió una beca y vivió un año en Seúl. “El primer libro coreano se tradujo hace menos de 40 años al español; es una literatura completamente novedosa en nuestro idioma”, explica Braessas. Entre las novedades que están en la FED recomienda la novela Changsu Park, Sé que me vas a odiar, de Lee Kiho, un autor del que ya han publicado Pase lo que pase, todo va a estar bien y Nos sale bien pedir perdón. Uno de los libros más vendidos en el stand es ¿Por qué te empeñas en sufrir así? Pioneras del feminismo coreano, traducida por Sunme Yoon, la traductora de Han Kang y madrina de este proyecto editorial. El domingo a las 16, Braessas participará de la charla “Asia desde Argentina” con Miguel Serdegna, de la editorial También el caracol, que publica literatura japonesa, y Gillermo Bravo, editor de Mil gotas, que edita literatura china.

Para Nurit Kasztelan, escritora y editora de Excursiones, sello de ensayo latinoamericano con una fuerte apuesta estética, la FED es “un lugar interesante” para charlar con sus lectores. Excursiones tiene un as en la manga de las novedades: Mami Goda, filósofa japonesa que vive en Buenos Aires desde 2009, con el libro Mitate, mirar, mudar y mutar. Mami Goda está en el stand y explica con amorosa paciencia que “mitate” significa “mirar y elegir”. “Japón está muy cerca de mi, está siempre en mi imaginación. Aparece mi cultura en el libro, pero también hay escenas muy porteñas”. Mami Goda agrega que en un mundo donde las sociedades están sufriendo “la lectura es un refugio” y ella muestra un “tesoro” que acaba de comprar en el stand de Gog & Magog: Un náufrago jamás se seca, la poesía reunida de Fabio Morábito, de quien había leído El idioma materno, también editado por la misma editorial.

 

Pablo Ires, de Cactus, estuvo en FM La Tribu en 2013, cuando empezó la FED con sólo 15 editoriales. “La editorial, que surgió en 2003, nació como un proyecto de investigación y nuestro catálogo fue evolucionando en función de nuestras preocupaciones y el momento catastrófico a nivel planetario y humano que estamos viviendo; entonces fueron apareciendo libros sobre el comportamiento de las plantas y animales”. Entre los más vendidos están los libros de la filósofa de la ciencia belga Vinciane Despret, Habitar como un pájaro, Muertos a la obra y Cuando el lobo viva con el corderno. “Hay conexiones también entre lo que veníamos publicando hace quince años y lo que venimos haciendo ahora -sugiere Ires-. Pensamos el catálogo como una especie de telaraña en donde cada libro llama a otros autores. Eso hace que tengamos un público reducido, pero bastante fiel porque una vez que se mete por una punta del catálogo sale por la otra”.