Una de las razones por la que “la plata no alcanza” en las billeteras de los trabajadores y las carteras de las trabajadoras santafesinas, aunque el presidente Javier Milei afirme que hay un “crecimiento sostenido del poder adquisitivo de los argentinos” y el gobernador Maximiliano Pullaro que el ajuste recayó sobre “los sueldos más altos, los del Poder Ejecutivo, Poder Judicial y Legislatura”, se explica por la baja ponderación que la variación de los servicios públicos tienen en la medición de la inflación por parte de los organismos estadísticos públicos. O dicho de un modo más sencillo: en los últimos 20 meses el salario mercantil se incrementó 153%, el de los docentes provinciales 189% y la jubilación mínima un 139%. Pero en el mismo período el boleto de colectivos aumentó un 555%; la tarifa de Aguas Santafesinas un 913% y la de la EPE -según el tipo de usuario- entre un 440 y un 646%.

Así se desprende de un informe elaborado por la agrupación Comunidad, que dio a conocer ayer el ex diputado justicialista de Santa Fe, Leandro Busatto, en base a datos oficiales que permiten comparar la evolución de la actualización de ingresos -salarios y jubilaciones- con los tarifazos que en nombre de la eficiencia impusieron los gobiernos de Milei y Pullaro.

El estudio sostiene que “el poder adquisitivo de los trabajadores respecto a servicios básicos como transporte público, electricidad, gas y agua cayó en la provincia. Lo mismo ocurrió respecto a la Canasta Básica Alimentaria que mide el Indec y el Índice de Precios al Consumidor que elabora el propio gobierno provincial” a través del Ipec.

Un bondi a la pobreza

En diciembre de 2023 el boleto de colectivo costaba $220. Si se utilizan dos pasajes por día hábil para ir a trabajar, los 44 necesarios en un mes ascendían entonces a $9.680. De acuerdo al trabajo que realizó Comunidad, “esa cifra representaba el 6,2% de un salario mínimo, el 4,32% del mínimo garantizado de un empleado municipal y el 2,11% del salario de un empleado de comercio (categoría maestranza)”.

A mediados de 2025, tras la quita de los subsidios al transporte del interior por parte del Gobierno nacional, el pasaje de colectivo cuesta al usuario en la ciudad de Santa Fe 1.440 pesos -un 555% de aumento-, “por lo que 44 boletos al mes significan una erogación de $63.360. Esto representa hoy el 19,67% de un salario mínimo, el 8,91% del mínimo garantizado de un empleado municipal y el 7,16% de un empleado de comercio (categoría maestranza)”.

Además, indica el documento difundido por Busatto, “representa el 7,69% del ingreso medio de los asalariados y el 8,91% del ingreso medio de los no asalariados según Indec”. Para un trabajador municipal, utilizar el transporte público de pasajeros representa más del doble de su salario que hace 20 meses.

 

 

 

¿Eficiencia o tarifazo?

El trabajo recuerda que las tarifas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) se dividen en tres categorías: N1 (ingresos altos), N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios). “Si se compara el cuadro tarifario de diciembre de 2023 con el de julio de 2025 se observa con claridad la forma en la que los aumentos impactaron en los bolsillos de los santafesinos”, añade. Para el Gobierno provincial, se trata de “eficiencia”, lo que cualquiera podría confundir con “tarifazo”.

“Para los usuarios de ingresos bajos (N2) un consumo bimestral de 400 kwh representaba en diciembre de 2023 un total de $8.662, más el costo del servicio ($180). Sin tener en cuenta otros impuestos, ese consumo implicaba un mínimo de $8.842 pesos”, rememora el documento. En cambio, sigue, hoy el mismo consumo implica una erogación de $47.694 pesos, es decir, “440% más en apenas 20 meses”. Esa factura representaba en diciembre de 2023 el 2,83% de un salario mínimo por mes (la factura es bimestral). Hoy representa el 6,20%.

Pero el ajuste más grande fue para los usuarios de ingresos medios, “para quienes un consumo bimestral de 400 kwh representaba en diciembre de 2023 un total de $9.033, más el costo del servicio ($343)”, lo que daba una factura de $9.376.

“Hoy el mismo consumo –explica el informe- implica una erogación de %69.946, es decir, 646% más en estos 20 meses de gestión. Esa factura representaba en diciembre de 2023 el 1,78% del ingreso medio de los asalariados. Hoy representa el 4,24%”.

Pura sarAssa

En el caso del servicio sanitario que brinda la estatal Assa en Santa Fe, no existen datos sobre el consumo promedio por hogar, al menos en los informes oficiales que figuran en la página web de Aguas Santafesinas. En 2023, un funcionario estimó en declaraciones a la prensa que se consume un promedio de “entre 250 y 300 litros por día”. De acuerdo al informe, “tomando como referencia la más baja de esas cifras, una familia de cuatro personas utiliza 30.000 litros por mes, lo que representa 30 metros cúbicos por hogar mensuales (60 por bimestre)”.

En diciembre de 2023 ese consumo representaba $3.167, “mientras que con el cuadro tarifario actual asciende a $32.095 pesos”, señala el documento de Comunidad, lo que equivale a un aumento de 913% en poco más de un año y medio. Otro caso más de eficiencia en la administración de los recursos públicos que recae sobre la economía de los usuarios del servicio.

Ese aumento hizo que la factura de aguas pasara de “representar por mes del 1,01% de un salario mínimo al 4,98%; del 0,98% de una jubilación mínima al 4,17%; del 0,60% de los ingresos medios de los asalariados al 1,94% y del 0,75% de los ingresos medios de los no asalariados al 2,25%”.

En el caso del gas, que es un servicio concesionado por el Gobierno nacional, por el cuadro tarifario vigente a diciembre de 2023 un consumo promedio “representaba aproximadamente un total de $6.437”, mientras que “el mismo consumo, según el cuadro tarifario actual, pasó a representar $34.206, lo que significa un incremento de 431%”.

 

 

¿Y la inflación?

El fuerte impacto de los servicios públicos en los bolsillos de santafesinos y santafesinas vuelve a demostrar la subestimación de estos gastos en los cálculos de inflación del Ipec y del Indec, dice el estudio. Así, “el Ipec midió 219,5% de inflación desde el cambio de gobierno hasta junio de 2025 (último dato disponible), cuando la tarifa eléctrica aumentó 440% para los usuarios de bajos ingresos y 646% para los de ingresos medios, la de agua aproximadamente 913% y la de gas 431%”, detalla.

“Este golpe al poder adquisitivo de los salarios impacta directamente sobre todo lo demás: por eso no es de extrañar la enorme caída en el consumo, que se refleja no sólo en los supermercados, sino también en gastronomía, ropa y en la construcción”, señala.

 

Al no actualizarse lo que representa para una familia tipo el costo mensual de los servicios públicos en sus ingresos reales, esa ponderación desactualizada permite que el dato inflacionario no se corresponda con el que padece la billetera del caballero y la cartera de la dama asalariados.