En las redes digitales navegamos a través de una saturación de información superficial donde se destacan los discursos violentos y crueles, donde prevalece la provocación sobre el análisis y la reflexión. En ese entorno, no importa si el dato que replicamos es real: lo relevante es que confirme nuestros sistemas de creencias.
Sumergidos en estas redes con características adictivas, donde los estímulos visuales y auditivos duran segundos, la falta de atención y concentración es un problema que crece. Personas con dificultades para ver una película entera sin mirar el celular o que consumen doble pantalla ilustran parte del problema.
Estamos encerrados en un “bucle de ego” permanente, a la caza de reacciones de personas que apenas conocemos. El filósofo Byung Chul Han sostiene que “la democracia es una comunidad de oyentes. La comunicación digital como comunicación sin comunidad destruye la política basada en escuchar. Entonces solo nos escuchamos a nosotros mismos. Ese sería el fin de la acción comunicativa”.
De acuerdo con la Encuesta de Consumos Informativos y Culturales del Alto Valle de Río Negro y Neuquén 2025: 7 de cada 10 personas encuestadas percibe que la lectura de noticias en redes es superficial y las leen rápidamente o solo las hojean.
El Profesor de la Universidad Nacional del Comahue, Omar González, sostiene que “no obstante, a esa superficialidad, más de la mitad de las personas encuestadas dicen que la información obtenida de las redes sociales influye "mucho" (9.6%) o "algo" (41.4%) en sus opiniones. Esta influencia es más pronunciada en las personas más jóvenes; es decir, ellas y ellos son quienes más reportan que el peso de la información en redes sociales influye en sus opiniones”.
Asimismo, el 76 por ciento de las personas encuestadas confiesa estar mirando alguna red digital mientras observa televisión. El consumo de doble pantalla no sólo hace que la práctica de informarse sea superficial sino además distractiva.
Por otro lado, un estudio de la consultora Ad Hoc detectó que en 2 años y medio se duplicó el uso de insultos en la conversación digital Argentina: se registraron 27,5 millones de insultos en redes digitales durante ese periodo. En ese marco, el presidente Milei es el usuario no troll que más insultos y agresiones realizó en los últimos dos años.
La superficialidad, los bucles de ego, la distracción permanente que disputa nuestra atención y la violencia parecen ser los lugares comunes que dominan los debates políticos actuales en el escenario digital.
“Hoy vivimos presos en la caverna digital, aunque creamos que estamos en libertad. Nos encontramos encadenados a la pantalla digital”, sostiene Chul Han.
Como es la tendencia del “periodismo” político actual, la respuesta a la pregunta inicial no está en la nota. El título solo buscaba disputar unos pocos minutos de tu atención en este contexto de saturación.
El desafío es construir espacios de diálogo donde prime la escucha y la argumentación. Requiere esfuerzo, tiempo y voluntad de salir del “bucle de ego” para volver a conversar con otras y otros, no solo con nuestros reflejos digitales. La democracia se fortalece cuando escuchamos para entender, no sólo para responder.
* Licenciado en Comunicación Social UNLZ. Profesor de la UNRN