“Soberanía de las cosas” es el título de la exposición colectiva inaugurada en el ex CCK, con obras de 14 artistas argentinos que mediante lenguajes e intereses diversos conforman una comunidad de piezas que parecen alzar su voz unidas por su intrínseco sentido ontológico y matérico que las hace existir.

Curada por la historiadora del arte e investigadora Jazmín Adler, la muestra ofrece un recorrido por tres salas que, desde su inicio, se percibe como un genuino encuentro de las artes tecnológicas con otras prácticas artísticas contemporáneas que no hacen uso de tecnologías electrónicas. La convivencia de obras desarrolladas con distintos medios y formatos (pintura, escultura, instalación, video, animación, impresión 3D) propicia la integración de las convergencias entre artes y tecnologías al circuito del arte contemporáneo y, de esa manera, evita circunscribir a aquellas a una esfera aislada como tradicionalmente las artes tecnológicas han sido exhibidas.

Convocada por Natalia Uccello del centro cultural, el único requisito que se solicitó para el proyecto consistió en pensar el concepto de “comunidad” que atraviesa parte de la programación de la institución de este año. Dicha transversalidad conceptual funcionó para expandir el término y reflexionar así, acerca de otros significados posibles de la comunidad con independencia de los agenciamientos humanos, en parte alojando la pregunta sobre cómo se organizan las cosas más allá del dominio de los sujetos sobre ellas.

En este sentido, la curadora concibió el proyecto a partir de diversas influencias teóricas. En relación con la noción de “soberanía de las cosas”, proclamada desde el título, cabe señalar dos importantes referencias teóricas que subyacen en la propuesta. Por un lado, el concepto de “parlamento de las cosas”, formulado por el filósofo y antropólogo francés Bruno Latour en uno de los capítulos de su libro Nunca fuimos modernos. Allí, el autor sostiene que la Modernidad aparentó la existencia de una distancia entre las esferas de la Naturaleza y Sociedad, aunque lo cierto es que tal división constituye una ficción. En su texto curatorial, Adler escribe: “como sostiene Bruno Latour, una mitad de nuestra política se hace en las ciencias y las técnicas, y la otra mitad de la naturaleza se construye en las sociedades. Al entrelazar ambas, a las redes entre elementos heterogéneos que hasta el momento no tenían cabida se les concede la chance de ser representadas en un nuevo Parlamento, aquel que se reúne alrededor de todas las cosas”.

Por otro lado, la exposición toma como punto de partida el paradigma de investigación de la Ontología Orientada hacia los Objetos, cuyo giro ontológico defiende la posibilidad de conocer a las cosas en sí mismas, independientemente del sujeto y de las intenciones de los seres humanos que fabrican y hacen uso de esos objetos.

El cruce de estas teorías que -de algún modo- están presentes en la muestra y la minuciosa selección de obras exhibidas, propicia la idea de poder pensar a “las cosas” (restos tecnológicos, hongos, acrílicos, óleos, infraestructuras geopolíticas de distinta índole, ecologías, ficciones, flujos de materia, etcétera) desde una mirada no antropocéntrica.

En la primera sala conviven obras de Carlos Huffmann, 27 cuadros en pequeño formato y dos esculturas de Laura Ojeda Bär, piezas de Franco Palioff con videos e impresión 3D, una sugerente videoinstalación en el anexo de la sala con obras de Juan Pablo Ferlat, la soberbia maquinaria electromecánica, titulada Cascoteras, de Ignacio Unrrein y un sector dedicado a la poética instalación de Federico Gloriani con parte de su serie Mutualidad de Fantasmática Electrónica.


En la segunda sala se encuentran las grandes y solemnes esculturas que Julia Padilla realiza con goma, pelo sintético, madera desecada, pétalo disecado, plomo, cepillos circulares, piedras y otros elementos, otro conjunto de piezas de Huffmann y obras de la artista Analía Saban.

La sala vidriada, que funciona como tercer espacio, contiene la instalación multicanal de Joaquina Salgado, adaptada especialmente para este proyecto, y una instalación multimedia realizada por el colectivo integrado por los artistas Rodrigo Alcon Quintanilha, Hernán Borisonik, Gabriela Francone, Gonzalo Silva y Claudia Valente con un ambicioso proyecto que se amplificó a partir de su primera versión desarrollada en el Programa Presente Continuo de 2024.

El cuidadoso diseño de la exposición estuvo a cargo del arquitecto Leo San Juan, quien junto a la curadora congeniaron una distribución de obras y una lógica cromática en la cual los diversos espacios delimitados a los artistas permita potenciar vínculos significantes de las piezas (y sus cosas y sus significados) y atraer otros sentidos en el espacio más allá de la agrupación en núcleos temáticos.

Algunas de las obras involucradas en la exposición se realizaron especialmente para el proyecto con precisas instrucciones y protocolos que posibilitaron materializarlas, incluso a la distancia en los casos de los artistas que viven en el extranjero.

“Soberanía de las cosas” además de ser una gran exposición de arte contemporáneo, en su recorrido invita a repensar los objetos, con sus materialidades, sus temporalidades y su memoria y, tal como concluye el texto curatorial: “Destronando (una vez más) la histórica supremacía moderna concedida a la agencia humana, las cosas se organizan en comunidad y detentan, así, un vigor inconmensurable. La expresión latina super omnia, asociada con la etimología del término soberanía, significa “por encima de todas las cosas”. Diríamos aquí: sobre todas las cosas, las cosas”.

El viernes 22 de agosto, a las 18 hs, se realizará una visita guiada con algunos artistas de la exposición, junto a la curadora.

El sábado 13 de septiembre -en horario a confirmar, está programada una charla entre la curadora Jazmín Adler y Darío Sandrone (Profesor y Doctor en Filosofía, especialista en filosofía de la tecnología).

La exposición, que sigue hasta marzo de 2026, puede visitarse de miércoles a domingos,  de 14 a 20 hs, en las salas 203, 204 y 205 del segundo piso del ex CCK (hoy bautizado Palacio Libertad), con entrada por Sarmiento 151.