La ciudad de México albergó la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, organizada por la CEPAL. El encuentro, considerado el principal espacio intergubernamental para definir la agenda regional de género, estuvo centrado en el paradigma de la “sociedad del cuidado”. En ese marco, la ministra de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, protagonizó una serie de exposiciones donde abordó los impactos de los recortes en las políticas públicas de género por parte del gobierno nacional de Milei y puso en discusión los límites que impone el modelo económico vigente para garantizar derechos. Posteriormente, firmó un acuerdo bilateral con el país del norte.
La conferencia concluyó con la firma del Compromiso de Tlatelolco, que fijó el inicio de una “Década de Acción para la Igualdad Sustantiva de Género y la Sociedad del Cuidado” (2025–2035). En su articulado se reconoce al cuidado como un derecho humano autónomo, se plantea su desmercantilización y se ratifica el papel central del Estado en su provisión. El texto enfatiza la responsabilidad compartida entre actores sociales, comunidad, sector privado y gobiernos, e impulsa el fortalecimiento institucional con recursos financieros no transferibles y suficientes.
Mientras a nivel regional se trazaban esas metas, Estela Díaz planteaba un diagnóstico muy distinto sobre el presente argentino. “Se imaginarán que a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires estamos intentando defender todo lo que se pueda sostener”, dijo en el panel “Los cuidados en disputa: alternativas para el financiamiento y la exigencia de un derecho esencial”. Allí, subrayó la dimensión estructural de la desigualdad vinculada a la organización social del cuidado: “el pacto de la modernidad es un pacto de la desigualdad”. Esa arquitectura, según explicó, se reproduce mediante mecanismos económicos, políticos y culturales, y se intensifica con la ofensiva de las nuevas derechas, que asoció con una violencia sistemática contra los feminismos.
Díaz remarcó que el gobierno bonaerense encabezado por el gobernador Axel Kicillof “construye escudo y red contra la motosierra de Javier Milei”, en referencia a la supresión de políticas de género desde diciembre 2023. Según detalló, la articulación interinstitucional “Cocina de los cuidados”, que había contabilizado 50 políticas públicas, se redujo a 5. “El 90 por ciento se han eliminado”, mencionó. Frente a esa desfinanciación, sostuvo que la provincia intenta sostener acciones con recursos cada vez más limitados. Y advirtió sobre la inequidad en la coparticipación: “aportamos el 40 por ciento del Producto Bruto al país y recibimos apenas el 22 por ciento”. Esa situación, afirmó, dificulta acercar derechos “a las mayorías” en un contexto donde el “ajusticidio y austericidio” impactan de lleno en los territorios.
Durante su intervención también puso en valor avances jurídicos recientes, como la Opinión Consultiva N°31/25 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que reconoció el cuidado como un derecho humano. Destacó el rol del feminismo como impulsor de debates “duros y de fondo” en torno al financiamiento de estas políticas. “Si no, hacemos grandes normas exclusivamente declarativas, pero que distan enormemente de la vida concreta y cotidiana de la inmensa mayoría de las mujeres y niñas que son quienes fundamentalmente cuidan”, advirtió.
La ministra bonaerense también participó del Conversatorio “Tejiendo redes de mujeres: políticas desde la izquierda”, organizado por el Instituto Nacional de Formación Política de Morena. En ese espacio compartió una lectura política del momento regional y una comparación directa con la realidad argentina. “Para nosotros es un honor venir a México y ni que hablar a las argentinas y a los argentinos con la situación que estamos viviendo con la presidencia de la Nación que tenemos”, sostuvo. Y relató como anécdota el comentario de un taxista mexicano que cuestionaba a quienes apoyan al presidente Javier Milei: “dijo, ‘yo no puedo creer que un presidente hable y actúe como lo hace Milei'”.
Recordó que en la anterior conferencia de la CEPAL, en Buenos Aires en 2022, Argentina había tenido una presencia destacada. En contraste, esta vez “no había banderita de Argentina”. “La delegación argentina no estuvo presente y mejor que no vinieron, porque hubiese discutido todo el documento”, ironizó. En su lugar, participaron representantes provinciales, organizaciones sociales y referentes de la sociedad civil.
Durante su intervención en el Foro de Gobiernos Locales y Regionales “Ciudades Cuidadoras, Ciudades Transformadoras”, inaugurado por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, Díaz subrayó la importancia de los gobiernos provinciales en la construcción de políticas de cuidado. “Participé como ministra de mujeres de un gobierno subnacional. Discutimos los compromisos, las estrategias, las iniciativas, las dificultades que tenemos para llevar adelante y el papel fundamental de los gobiernos locales”, explicó. Y remarcó: “necesitamos gobiernos con proyectos transformadores que pongan el centro en los cuidados”.
Otro de los momentos centrales de su agenda fue la participación en la mesa plenaria “Hacia sistemas públicos de cuidados locales: modelos de atención con enfoque integral e interseccional”. Allí, compartió el abordaje provincial bonaerense sobre los cuidados, basado en la cercanía territorial, y vinculó esa agenda con la necesidad de discutir las reglas del sistema financiero internacional: “el sistema se aprovecha del trabajo invisible que llevan adelante las mujeres y que nunca fue contabilizado”.
Cooperación bilateral entre Buenos Aires y México
En su estadía en México, la ministra estuvo con la presidenta Claudia Sheinbaum, y también firmó un Convenio Marco de Cooperación Bilateral entre la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de México. La iniciativa fue celebrada durante un almuerzo oficial ofrecido por Clara Brugada. A través del acuerdo, se proyectan acciones conjuntas que profundicen los vínculos institucionales y beneficien a ambas jurisdicciones.
En otro evento, titulado “Educación y cuidado: la educación transformadora de género como estrategia política para desmontar el sistema patriarcal en América Latina y el Caribe”, Díaz presentó las políticas implementadas desde el sistema educativo bonaerense, entre ellas el programa Quinta Hora, Patios Abiertos y los dispositivos de revinculación escolar. También participó en la Asamblea General de la Alianza Global por los Cuidados, de la que la provincia forma parte.
En su balance final, la ministra retomó una línea de pensamiento que cruzó varias de sus exposiciones, el cuidado como base de la desigualdad estructural. “Las mujeres no solo somos pobres económicamente, sino que tenemos una pobreza estructural de tiempo”, señaló. En ese marco, valoró experiencias de gobiernos como el mexicano que -según aseguró- lograron incorporar esta agenda en los presupuestos y las políticas públicas, al tiempo que resaltó la llegada a la presidencia de Claudia Sheinbaum para la continuidad de este modelo.
El documento final, el Compromiso de Tlatelolco, recoge muchas de las demandas históricas del movimiento feminista regional tales como el financiamiento con perspectiva de género, formalización del trabajo de cuidados, redistribución con participación masculina, y el fortalecimiento institucional al más alto nivel. También propone un pacto birregional con la Unión Europea y promueve el desarrollo de estadísticas con enfoque interseccional.
Las amenazas en los avances
En contraposición con esos avances, Díaz alertó sobre las amenazas. “El gobierno de la Argentina, de Milei, dijo que retiraba esa opinión consultiva y no quería que nos opinen”, recordó, en referencia a la consulta presentada por Argentina en 2023 sobre si el cuidado es un derecho humano. Pese a esa retirada, la Corte Interamericana avanzó con la respuesta afirmativa. Para la ministra, eso confirma la importancia del activismo, las redes y la articulación internacional: “los feminismos lo sabemos hacer”.
Como cierre, reivindicó a figuras históricas que, según remarcó, sentaron las bases del debate sobre cuidados antes de que fuera reconocido en la agenda pública. Citó a Eva Perón y a Isabel Larguía, de quienes rescató planteos fundacionales sobre el valor del trabajo no remunerado y la crítica al modelo económico que lo invisibiliza. También reconoció la necesidad de disputar la arquitectura financiera global, los mecanismos de endeudamiento y la concentración del capital. “Si no se discute eso, los gobiernos tienen menos herramientas para responder a estos derechos”, completó.
Así, en medio de una región que busca institucionalizar la sociedad del cuidado, la voz de una provincia argentina se alzó en defensa de lo que aún resiste. En ese gesto, Estela Díaz no solo denunció un vaciamiento, sino que insistió en la posibilidad de proyectar alternativas. En México, dijo, la utopía se hace práctica. En Argentina, por ahora, “toca sostener los restos y esperar el giro”.