Ayer se produjo otra señal de que Carlos Tevez está más cerca de volver a ser jugador de Boca. El Apache no se presentó al inicio de la pretemporada con el Shanghai Shenhua, y prolongó sus vacaciones en nuestro país hasta el 4 de enero para disfrutar de las fiestas de fin de año junto a sus familiares. Desde el club chino esperan que Carlitos se sume a los trabajos en la ciudad española de Marbella. 

Sin embargo, la intención del delantero es retornar al Xeneize, para ir en busca de la Copa Libertadores,un certamen que la entidad de la Ribera no gana desde 2007. Tevez tiene que desvincularse contractualmente del club asiático antes de que se pueda cerrar su llegada al último campeón del fútbol argentino. La cláusula de rescisión de su contrato con el Shanghai Shenhua es de seis millones de dólares.

Otra de las novedades fue el acercamiento entre Boca y San Pablo para acordar el pase del lateral derecho Julio Buffarini en una cifra cercana al millón y medio de dólares, por el 80 por ciento de la ficha, y un contrato de tres años. El ex jugador de Ferro y ganador de la Copa Libertadores con San Lorenzo dio el visto bueno para la operación y aceptó bajar sus pretensiones económicas para poder jugar en el Xeneize. En cuanto al lateral izquierdo Emmanuel Mas, también ex integrante de aquel plantel de San Lorenzo, su incorporación a Boca puede resolverse en las próximas horas. Las diferencias entre el club de la Ribera y Trabzonspor de Turquía son salvables, dijeron algunas fuentes dirigenciales, quienes revelaron que “el jugador quiere jugar en Boca, incluso también bajó sus pretensiones económicas”. 

Respecto de los dos defensores pretendidos por el entrenador Guillermo Barros Schelotto, Lisandro López tiene interés en jugar en Argentina, pero Benfica –dueño de su pase– sólo negocia ventas y no préstamos, como pretende Boca. Por su parte, Gustavo Gómez, otra de las debilidades de Guillermo, a quien dirigió en Lanús, también dio el visto bueno para vestir la camiseta azul y oro, pero los inconvenientes son varios: su sueldo es muy alto, tiene posibilidades de jugar en otros equipos de Europa, y Milan –dueño de su pase– quiere venderlo, mientras Boca quiere un préstamo.

En cuanto al atacante Nicolás Gaitán, Boca mantiene una mínima esperanza  sobre su regreso, pero Atlético de Madrid quiere venderlo, ya que lo pagó más de 20 millones de euros. Lo seguirán esperando hasta último momento.