En un análisis profundo sobre la situación política y social de Argentina, la socióloga Dora Barrancos advirtió que el país atraviesa un momento crítico y de cambios estructurales. “En toda la campaña en 2023, cada vez que pude contribuir, decía que la motosierra no era una metáfora, es crueldad. No era condición metafórica, era real, tangible, porque además el tipo de personalidades asociadas a estas gestas distópicas se percibía así nomás”, señalóen diálogo con la 750..

Barrancos advirtió que el desencanto social es palpable y que hay un despertar colectivo. “Esa ensoñación que hace una cierta y una pequeña raigambre, creo que todos estamos percibiendo el cansancio. Hay un despertar colectivo”, afirmó, destacando que las Ciencias Sociales deben profundizar los estudios sobre las vacilaciones de la sociedad frente a estos fenómenos.

Según la especialista, la política argentina está marcada por la marginalidad y la exacerbación de actitudes tóxicas. “Creo que está lleno de marginales en la vida política. Los desempeños, las manifestaciones, los exabruptos, es algo descomunal. No lo hemos visto nunca. Hay tanto clímax de perversión, de crueldad, de desatino, de impunidad, está la idea de que sobreviene siempre una implosión. Es tanto el grado de perversión que los alcanza una implosión”, aseguró.

La socióloga también destacó la gravedad de la situación económica y social: “La situación de la pobreza hoy es brutal. A la gente no les alcanza después del día 15. En Argentina nos están faltando 1 millón 200 mil trabajadores y trabajadoras, ese es un meneo de la estructura social muy fuerte porque implica una especie de evaporación de una parte importante de los imaginarios de transformación social”.

De cara a los próximos comicios, Barrancos insistió en la importancia de la participación: “El 7 de septiembre va a ser una jornada de gran apuesta sin creer que evidentemente vamos a doblar ese día el curso de la historia. Hay que poner mucha fuerza y mucha militancia para que la gente vaya a votar y salir de esta coyuntura trágica”.

Finalmente, la historiadora cerró con un mensaje de alerta y reflexión: “Estamos en un punto absolutamente de inflexión. Estoy segura que cambió el aire que respiramos. Los encantamientos patéticos terminan”.