Lorena conoció por primera vez el pueblo familiar hace 20 años en un viaje junto a su madre. Antes había escuchado cientos de historias acerca del lugar. Pero esa narración fragmentada, dosificada y llena de misterio, cada tanto dejaba escapar detalles de una tragedia, que su familia evitaba contar.
Año 1954, Soria. Un pueblo pequeño, en medio de una de las reservas europeas más grandes de pinos silvestres y negrales. Una enorme casa de piedra, con un huerto que se extiende hasta el río. Una plaza central a la vista de todos. Un asesinato violento, un doble femicidio. Una casa y un huerto que ahora descansan abandonados. Un pueblo que esconde fantasmas y que no recuerda desde hace 70 años.
“Esta es una historia que me acompaña desde que nací. Las mujeres de mi familia se las contaban unas a otras de generación en generación pero cuando era chica no sabía que se trataba de dos femicidios, de un doble femicidio. Lo que me contaban es que había una casa en un pueblo en España que había quedado cerrada porque nuestros parientes, los habitantes de la casa, se habían ido y eso a mí me generaba mucha intriga. Cuando crecí, entre los 15 y los 18 años, me contaron un poco más, porque tampoco sabían tanto. La única información que tenían, entendiendo que esto sucedió en 1954 y que en ese momento las comunicaciones eran por carta, es que a mi bisabuela y a mi tía abuela las había matado el marido de mi tía abuela en la plaza del pueblo, a la vista de todos”, cuenta a Las12 Lorena Muñoz.
A Lorena, le contaron también que el asesino había ido preso un tiempo y que al salir de la cárcel, una bola de demolición había caído sobre su cabeza, hiriéndolo de muerte. “Pasó un tiempo bastante largo hasta que entendí que quizás esa historia se podía convertir en una película, porque para mí formaba parte de mi historia, y no lograba verlo como una película. Creo que el momento crucial en el que dije ahora sí, fue cuando Mirito Torreiro, que es un amigo, crítico de cine, investigador y escritor que vive en Madrid, me ayudó con la investigación del documental y me contó que había encontrado el expediente del juicio”, detalla Muñoz.
Con ese hallazgo, Lorena descubrió que había muchos elementos en el expediente que la ayudaban a construir un poco más de la historia teniendo en cuenta que ya no quedaban más testigos directos de esa época: “encontrarme con el expediente fue clave porque pude leer la investigación que yo hubiese querido hacer ahora, pero hace 70 años con todos esos testigos vivos”, dice la directora. “Poder hacer la película me permitió desatar un nudo. Pudimos ponerle cara, nombre, lugar, espacio, tiempo a todo lo que pasó y eso me genera mucha tranquilidad, conocer estos detalles de la historia me quitó un peso. Creo que, en la medida en que se pueda, saber sobre hechos tan traumáticos puede ayudar a comprender y elaborar un poco más de dónde venimos y por qué pasaron las cosas”, dice Muñoz.
Cuando el silencio se impone, como fue la historia familiar de Lorena, aparecen las fantasías en torno a lo que pasó. “Era un tema del que no se hablaba y ese silencio con un montón de preguntas nos generaba incomodidad a todas, a muchas generaciones y ahora ya no está. Me da tranquilidad sentir que ellas ya no van a ser olvidadas porque tenía la sensación de que estaba apunto de suceder eso. Pero creo que hacer la película es una manera de mantener viva su historia”.
Lorena Muñoz nació en Buenos Aires, en 1972. Es guionista y directora; su obra fusiona magistralmente el registro documental con la narrativa ficcional. Escribió y dirigió junto a Sergio Wolf, Yo no sé qué me han hecho tus ojos así como Gilda, no me arrepiento de este amor, protagonizada por Natalia Oreiro, que fue un éxito rotundo de taquilla y crítica, con más de un millón de espectadores solo en Argentina. Junto a Tamara Viñes, también coguionista de Gilda, escribió El potro, lo mejor del amor, que pudo verse en Netflix y en 2020 escribió, junto a Josefina Licitra, y dirigió, Dalma Maradona, la hija de D10S. También dirige la serie Releyendo Mafalda, para Disney+ y Star+ y en 2023 escribió y dirigió el documental María Soledad, el fin del silencio que salió en Netflix.
Suerte de pinos se estrena este 11 de septiembre en Cine Arte Cacodelphia (Roque Saenz Peña1150, Caba) y se podrá ver los sábados a las 19.