La empresa de inteligencia artificial Anthropic acordó pagar 1500 millones de dólares a autores que realizaron una demanda colectiva contra la firma. Los damnificados aseguraron que la firma utilizó sus trabajos para entrenar a su chatbot, Claude.

Si bien el acuerdo todavía debe ser aprobado por el juez federal de Estados Unidos, William Alsup, este caso se convertiría en la mayor recuperación de derechos de autor con conocimiento público en la historia. Hace prácticamente dos meses Alsup dictaminó que la utilización de libros para entrenar a una IA no infringía la ley de derechos de autor, pero sí condenó a Anthropic por usar material pirateado.

Este hecho se inscribe en un contexto caracterizado por denuncias a otras empresas que desarrollan inteligencia artificial, como lo son ChatGPT, Microsoft y Meta. Por este motivo en Estados Unidos toma fuerza la posibilidad de que esta decisión se constituya en un precedente judicial que pueda definir futuros conflictos similares.

El caso judicial

Anthropic fue denunciado durante el 2024. Algunos de los demandantes que reclamaron por el uso de sus obras fueron Andrea Bartz, Charles Graeber y Kirk Wallace Johnson. En su denuncia figuraba que la empresa de IA les robó su trabajo para construir un negocio multimillonario a costa suyo, aunque se trata de aún más autores.

Cuando el magistrado Alsup encontró culpable a Anthropic por piratería en junio de este año, también destacó que la empresa tendría más de 7 millones de libros pirateados en su biblioteca central. Además, la empresa podría verse obligada a pagar hasta 150 mil dólares por cada uno de los libros protegidos por derechos de autor. Por ello este acuerdo podría ser solo el primer desembolso de Anthropic por el delito investigado.

"Seguimos comprometidos con el desarrollo de sistemas de IA seguros que ayuden a las personas y a las organizaciones a ampliar sus capacidades, impulsar el descubrimiento científico y resolver problemas complejos", señaló la asesora general adjunta de Anthropic, Aparna Sridhar.

Todo por legislar

Este caso se convirtió en uno de los primeros en analizar cómo los grandes modelos de lenguaje pueden aprender legítimamente a raíz de las publicaciones previamente existentes. En la decisión de Alsup en junio se describió a la utilización de libros por parte de Anthropic como "extremadamente transformadora", por lo que eso había estado permitido, según la ley norteamericana. Es esta también la explicación por la que la empresa no fue hallada culpable de infringir el derecho de autor, pero sí fue señalada de la piratería por la manera en que accedió a los libros.

Se trata de una novedad también para los abogados de los autores, quienes afirmaron que el acuerdo pactado es "el primero de su tipo en la era de la IA". Justin Nelson, uno de los letrados, consideró que el caso "sienta un precedente que obliga a las empresas de IA a pagar a los titulares de derechos de autor" y que el mensaje para empresas y creadores es que "está mal extraer obras protegidas por derechos de autor de estos sitios web piratas".

Alex Yang, un profesor de Ciencias de la Gestión y Operaciones en Londres, ve que se abre la posibilidad para una mayor coordinación entre desarrolladores y creadores de IA. "Si se quiere otorgar más derechos de autor al contenido creado por IA, también se deben fortalecer los mecanismos que compensan a los humanos por sus contribuciones originales", concluyó.