El grupo Esse Est Percipi celebra sus 30 años reponiendo una de sus obras emblemáticas, Vittorino Pacheco, que podrá verse los domingos de septiembre y octubre, a las 20, en La Orilla Infinita (Colón 2148). Estrenada en el 2000 y con varios reestrenos en su haber, con dirección de Gustavo Di Pinto, la historia es un grotesco poético donde se cruzan la parodia, la fragmentación y la ternura.
En escena, un alma rota: Vittorino, artista fallido y perdedor encantador, que enfrenta el amor como fracaso inevitable. A su lado, Ella, convertida en seis actrices que alternan y se entrelazan para dar forma a un personaje fragmentado: Evangelina Chávez, Clara Galindo, Ayelén Cano, Martina Berra, Analía Saccomanno y Rocío Rosas Paz.
El texto de Gustavo Di Pinto y David Anica, estrenado en el 2000 y declarado de Interés Municipal en 2017, obtuvo en 2018 el reconocimiento a Mejor Obra y Mejor Dirección en el Festival Iberoamericano Cumbre de las Américas. Hoy vuelve en una versión que dialoga con las lecturas contemporáneas.
Santiago Pereiro, quien encarna a Vittorino, se incorporó al grupo en 2016 y en 2017 protagonizó una primera reposición de la obra. Ahora regresa en esta tercera versión. “Vittorino es un tipo bastante sabandija, nunca se hace cargo de nada, siempre busca a quién echarle la culpa. Pero también es encantador, porque es un perdedor pintoresco y uno le da un manto de piedad”, contó.
El actor subrayó la potencia de la nueva propuesta: “Ella aparece dividida en seis aristas que forman una totalidad. Son seis actrices muy disímiles, que le aportan un cuerpo enorme a la escena. Es maravilloso trabajar con ellas, aunque a veces me pasan por encima”, dijo entre risas.
En esta versión, además, Di Pinto vuelve a escena como el Vittorino mayor. “Llega en un momento en que el Vittorino joven ya no puede más contra esta marea y le tiende una mano. Después lo deja decidir qué hacer con su vida: si alguna vez se hará cargo de algo. No lo sabemos”, agregó Pereiro.
A 25 años de su estreno, Vittorino Pacheco conserva una actualidad inesperada. “Hay textos que envejecen mal, que no resisten una relectura. Pero este no: es universal. Habla del amor, de la vida, de la muerte, de cómo transitamos el amor y de qué llamamos amor al fin y al cabo. Esa reflexión filosófica profunda convive con el humor grotesco, con lo tan trágico que da risa y lo tan cómico que duele”, expresó el actor.
La vigencia también se renueva desde la mirada de época: “Hoy aparecen lecturas nuevas que en el 2000 o incluso en 2017 pasaban desapercibidas. Y eso habla muy bien del texto, que sigue conmoviendo y haciéndose cercano al público”.
Las entradas se pueden adquirir a través de www.laorillainfinita.com.ar.