Un festival. Una fiesta. Un evento largo y consistente para remarcar la presencia de uno de los espacios que apuestan a la variedad y la diversidad en eso que pomposamente se suele llamar “la actividad cultural”. El martes 16 comienza el Festival Café Vinilo, que se extenderá hasta el sábado 27 con una programación que entre talleres, conciertos y teatro tendrá además actividades abiertas a la comunidad, tanto para adultos como para las infancias. A tres años de su traslado a la casa de Estados Unidos 2483, Teresa Rodríguez y Eduardo Misch, artífices y productores de Café Vinilo elaboraron una programación reúne algunas de las expresiones más interesantes de la música que circula por Buenos Aires, además de espectáculos para las infancias y la producción de conciertos didácticos para el jardín de infantes de la escuela Normal 8 del barrio de Boedo. Las actividades se podrán seguir también por streaming en el canal de YouTube de Café Vinilo.
Con el taller “Más acá de la improvisación”, a cargo del pianista y pedagogo Hernán Ríos –clase abierta y gratuita con inscripción previa–, el martes desde las 16 se pondrá en movimiento una forma de identidad cultural que día a día se afirmará con la participación de artistas como José Saluzzi, Facundo Guevara, Sandra Peralta y Leando Caccioni, Ernesto Snajer y Matías Arriazu, entre otros. “La identidad de Café Vinilo se fue formando con el transcurso de los años, buscando siempre una estética en relación a la música y una ética en la forma de trabajo del concierto en vivo”, asegura Tersa Rodríguez. “Después de la pandemia la dirección de Café Vinilo cambió, pero sostenemos aquel legado que nos caracteriza como un lugar de excelencia dentro de la música independiente en Buenos Aires”, agrega la productora.
El jueves a las 21, el guitarrista José Saluzzi inaugurará la serie de conciertos y en la oportunidad se le entregará un reconocimiento por su trayectoria al gran Dino Saluzzi, uno de los artistas que encontró en Café Vinilo un espacio para su música. El viernes a las 21, Sandra Peralta y Leando Caccioni indagarán en el repertorio del folklore latinoamericano. El sábado, a las 15 y 16.30, estará la propuesta sensorial y narrativa para las infancias de Acariciando cuentos, una actividad lúdico teatral con Rosina Calabria y Marisa Gambone, y a las 21 Hernán Ríos y Facundo Guevara presentarán la musica que pronto comenzarán a grabar. El domingo 21 a las 16 llegará El sonido de los Libros, una propuesta para compartir entre infancias de hasta 6 años, y a las 21 el ciclo de música clásica ofrecerá canciones de Schubert, Brahms, Strauss, López Buchardo y Guastavino entre otros, con Ayelén Isaia (soprano) y Agustín Campo (piano).
“El enfoque de la programación está puesto en profundizar en el espacio, incluyendo además propuestas para las infancias, talleres y ahora la posibilidad de transmitir contenido en vivo”, continua Rodríguez. “Nuestra búsqueda en este nuevo espacio es un proyecto de vida. Día a día pensamos y llevamos adelante nuestras ideas en cada producción que abordamos, motorizados por nuestro deseo, por nuestra pasión de poder seguir, a pesar de todo, produciendo creatividad en las propuestas imaginadas”, agrega. El lunes 22 el Festival continuará con un concierto didáctico en la escuela Normal 8 de Boedo con música latinoamericana a cargo de Soneros del Calamaní. El martes 23 a las 18.30 Sandra Peralta ofrecerá un taller de canto grupal y el miércoles 24 a las 19 Eduardo Misch ofrecerá un taller de teatro (ambos talleress son abiertos y gratuitos, con inscripción previa). En el tramo final, el jueves 25 a las 21 se presentará NPA (Nuevo Piano Argentino), con Ana Bertora, Ana Archetti, Silvina Gomez y Alejandro Franov, y el viernes Ernesto Snajer presenta 8 piezas para dúo de guitarras, junto a Matías Arriazu.
El cierre, el sábado 27, estará a cargo de Soneros del Calamaní, lo tradicional y lo nuevo de la música latinoamericana. “Los artistas que participan en el festival tienen una trayectoria de compromiso ético y estético dentro del arte independiente. Eso es lo que nos sigue uniendo para poder proyectar juntos”, continua Rodríguez, que para ampliar públicos proyectó talleres y actividad para las infancias, “con propuestas que fomentan esta ética del arte independiente y esta forma de pensar la vida desde nuestra propia cultura”.
–¿Cómo creen que Café Vinilo contribuye hoy a la actividad cultural de una ciudad como Buenos Aires?
–Contribuimos con el gran esfuerzo, como tantos otros espacios culturales, para seguir construyendo, sosteniendo, y abriendo las puertas a los ciudadanos con una propuesta alternativa e independiente. La cultura independiente es el reflejo de nuestra sociedad. Por nuestra casa pasan infinitos cantautores, pasan pequeñas orquestas, pasan grupos musicales, pasan poetas expresando y cantando nuestros desafíos actuales.
–¿Qué hace falta para sostener un espacio como Café Vinilo en estos tiempos?
–Creatividad, amor y habilidad estratégica, tanto en lo económico como lo emocional. Muchas veces nos encontramos frente a la desesperación de no saber cómo seguir, o frente a la barbarie burocrática, la crueldad, y así el fin parece perder su rumbo. Pero constantemente estamos dándonos ánimo para seguir produciendo. Lo que nos da más fortaleza son las sonrisas, los agradecimientos, las felicitaciones que nos brinda la gente luego de estar en un evento dentro de nuestro espacio. Sabemos que si le estamos brindando a toda esa gente un momento de calidad, un momento artístico que pueda sacarle una sonrisa, vamos en buen camino. Ofrecer un espacio que de alguna manera sientan propio también es para nosotros un motor y una alegría enorme.