Un zeppelin inflable sobrevuela la plaza San Martín. Está fijo, como una referencia en las alturas, un poco más arriba que la estatua del prócer a caballo, bastante más abajo que el reloj de la facultad de Derecho. Tiene pintado el logo azul y rojo de Coad, el gremio que nuclea a los docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El hilo que lo sostiene está atado a la reja central, al lado de una pancarta colgada por un grupo de estudiantes, que dice “universidad pública siempre”. Un rato más tarde, el zeppelin inflable seguirá el curso de la marcha.
En el Congreso, la Cámara de Diputados define si insiste con la ley de financiamiento universitario aprobada semanas atrás, o avala el veto del presidente Javier Milei. Por eso, desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) junto a las agrupaciones estudiantiles, convocaron para este miércoles 17 de septiembre a la tercera Marcha Federal Universitaria. La intención es que el gobierno sienta el mensaje de las calles: la universidad importa.
Para las cuatro de la tarde, la plaza en Rosario supera las expectativas. La columna se empieza a formar sobre calle Moreno, no solo para seguir el recorrido, sino para esquivarle al sol que pega sin resguardo sobre mitad plaza. Ahí se ubican los estudiantes, encabezados por la Federación Universitaria de Rosario (FUR), escoltado por agrupaciones como el Alde, Pampillón, o el Movimiento Universitario Evita. También se sumaron organizaciones sociales, como la Corriente Clasista y Combativa (CCC) o el Polo Obrero.
Los vendedores ambulantes también circulan por donde hay mayor cantidad de gente. Agua y gaseosas no faltan, tampoco el que ofrece latas de cerveza. Sobre la esquina de Moreno y Santa Fe, una señora plantó una mesita con dos botellas de fernet y un par de gaseosas; no parece haber vendido mucho. Unos metros más allá, una joven le da forma a las tortas de masa, que luego tira en el parrillero. En la otra esquina, un puesto con variedad de pañuelos para elegir: el verde, de la campaña por el aborto legal seguro y gratuito; el violeta, que simboliza la lucha por erradicar la violencia contra las mujeres; el naranja, por la separación de la Iglesia del Estado; y el blanco, con una frase que el gobierno busca apropiarse: Nunca Más.
La columna inicia su recorrido un poco más tarde de lo esperado. Primero por Moreno y luego por San Lorenzo. A la cabeza, una bandera que dice “En defensa de la universidad pública y la ciencia”. Apenas por detrás, el paño rosado de la UNR. A las pocas cuadras, alguien da el aviso: se está por votar. Entonces, la columna frena su marcha a la altura de Roca y todos sacan sus celulares. Hasta que alguien grita afirmativo y se desata un griterío que se sostendrá hasta el final de la procesión, en la zona del Puerto Joven.
Con el correr de las cuadras, de boca en boca se van conociendo algunos detalles. Que fueron 174 los diputados que votaron en favor del rechazo al veto y 67 los que votaron en contra; también que hubo dos abstenciones. Pero eso es lo de menos. Ahora el clima es de alegría y de abrazos. También de emoción: las autoridades y referentes de las organizaciones que encabezan la movilización no ocultan el llanto generado por el desahogo de la votación.
La calle habla
Con los números puestos, Gayoso busca transmitir algo de calma en medio de la euforia. “Sabemos que la lucha no termina acá, porque falta que pase en Senadores y que implementen la ley. Pero sentimos que ganamos una batalla muy importante”, dice a Rosario/12. El referente de Coad recordó que la situación salarial del sector es alarmante, con un desfasaje de casi el 50% desde el inicio de la gestión libertaria. Según las propias autoridades universitarias, durante el primer semestre del año ya se igualaron la cantidad de renuncias de docentes de la UNR en todo el 2024.
En tanto, en representación de la UNR estuvo el vicerrector, Darío Masía, mientras que el rector Franco Bartolacci participó de las actividades en Buenos Aires. “Tenemos una situación de crisis producto del desfinanciamiento, pero eso no significa que no vamos a seguir resistiendo. Esta es la universidad de la democracia y del ingreso irrestricto, la que da posibilidad a todos aquellos que no tienen antecedentes universitarios de poder serlo”, sostuvo. “Sacamos una ley muy consensuada, que le da previsibilidad a más de 60 universidades de todo el país”, agregó.
El presidente de la FUR, Alejo Rossi, consideró que la Argentina está discutiendo una cuestión obvia: que un país no se puede desarrollar sin educación pública. “No estamos ante una discusión presupuestaria, que da un punto más o menos del presupuesto. Esto es parte de una discusión más grande que apunta a tener un país desarrollado a partir de su educación y su ciencia”, describió. En esa misma línea, Marianela Scocco, referente de ATE Conicet Rosario, remarcó que la ciencia atraviesa una situación preocupante: “El financiamiento es prácticamente nulo para insumos o cualquier tarea que tenemos que realizar como investigadores”.
El documento
La movilización siguió hasta la zona de los galpones, en un clima de algarabía que se repitió en los oradores. En ese mismo lugar se desarrolla hasta el viernes la Expocarreras, una de las actividades más importantes de promoción académica que tiene la UNR. Aprovechando la ocasión, allí finalizó la tercera Marcha Federal Educativa en Rosario, con la lectura de un documento titulado “El sueño de un país, el grito de una Nación”, donde se repasó la situación preocupante del sector y se adelantó un mensaje hacia la Cámara de Senadores del Congreso.
“No hay posibilidad de garantizar el desarrollo normal de nuestras actividades sin ley de financiamiento, del mismo modo que no hay futuro para la universidad pública sin un presupuesto razonable y aprobado por el Congreso para el 2026”, se expresó en el escrito. “Por eso pedimos a senadores y senadoras que confirmen lo decidido hoy por la Cámara de Diputados y al presidente de la Nación que, una vez decidido, promulgue sin más dilaciones la ley de financiamiento para no clausurar el sueño de miles de compatriotas”, completó.
El documento también remarca que, sin recursos, la situación de las universidades se complejiza día a día. “No se actualizan las becas universitarias, se profundizan las restricciones en todos los programas de asistencia y no hay una sola política universitaria de la Nación orientada a fortalecer el ingreso, la permanencia y el egreso”, expresó y agregó: “El veto representaba un nuevo ataque al derecho a la educación, a la soberanía, a la justicia social y al futuro de la juventud. Era un proyecto responsable fiscalmente que resuelve los problemas más urgentes. Una ley a favor de todos que hoy gracias al compromiso del Congreso empieza a tener vigencia”.