Melina Giorgi busca esta vez ser electa diputada nacional por derecho propio. El mandato que completará a fin de año es el reemplazo de Victoria Tejeda, que en 2023 dejó su banca para asumir como ministra en el gabinete de Maximiliano Pullaro. Esta abogada, que a los 32 años fue elegida como presidenta comunal en la localidad de Fuentes –y reelecta dos veces más– confía en que, a diferencia de la polarización que mostró la última elección bonaerense, entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza, en Santa Fe el electorado se dividirá más o menos en tercios para definir las 9 bancas de diputados que se ponen en juego, de las cuales el radicalismo arriesga dos (Giorgi y Mario Barletta). Y cree que su espacio –Provincias Unidas, armado por su mentor, Pullaro y otros gobernadores– será el más votado de los tres. Porque abreva en la convicción de que el fenómeno Milei ya sucumbe por errores propios, y que de ahí ganará la tercera vía que se propone esa liga de gobernadores que antes bancó al presidente y del que ahora se desmarca.
Giorgi habló con Rosario/12 luego de votar por la ratificación de las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia Pediátrica, que acabó por voltear sendos vetos presidenciales e infringir otra rotunda derrota al Ejecutivo y al partido libertario. Para esta diputada, su voto no hizo más que honrar la tradición de su partido, la UCR y, además, reconocer como nativa de un pueblo la valía de la educación y de la salud públicas.
Sin embargo, muchos radicales traicionan el ideario yrigoyenista en los últimos años, coptados por el macrismo primero, por los Milei después. No así el bloque Democracia Para Siempre, que se escindió de la bancada radical. "Los once que estábamos votamos igual. Siempre hemos sido coherentes con los principios radicales. Y eso explica un poco la ruptura y nuestra salida del bloque a fines del año pasado, luego de los dos vetos en materia previsional y universitaria", dijo Giorgi.
—¿Cómo cómo vas a votar cuando el Congreso deba tratar el veto a la ley de redistribución de los ATN, que habían propuesto los gobernadores?
—Eso es una cuestión que seguramente también uno pueda consultar con el Gobierno Provincial, porque es adonde termina llegando, las provincias. Lo consideraremos junto con nuestro gobierno provincial y con el resto de los legisladores del bloque que representan a sus provincias. Seguramente vamos a insistir con la ley, pero veremos primero qué sucede hoy en el Senado (N.d.R.: este reportaje se realizó horas antes de que la Cámara Alta rechazara por amplia mayoría el veto presidencial a esta ley).
—¿Ese ATN de $3.000 millones que el Ejecutivo giró a Santa Fe esta semana no influye en la posición de la provincia?
—No lo tengo definido aún, no lo hemos charlado. Eso atañe al manejo de recursos del gobierno provincial, así que lo charlaremos.
—¿Cómo definís tu cercanía política con Pullaro?
—Desde mis inicios, incluso antes de ser presidenta comunal tenía afinidad con quien por entonces era ministro de Seguridad. Así que desde hace varios años ya que trabajamos en equipo con el gobernador. Una es defensora de esta gestión, y más allá de la afinidad política, me siento orgullosa.
—¿Qué te parece entonces el viraje del gobernador en su posición respecto del gobierno de La Libertad Avanza?
—Sí, creo pudo haber un viraje, pero creo que no estamos hablando de que sea una vuelta de página; es decir, nunca hubo actitudes totalmente contrapuestas. A ver... yo hablo de lo que somos en el Congreso: es obvio que no tenemos la misma línea política, estamos lejos de serlo, pero nunca un enfrentamiento como una oposición cerrada como lo es hoy el kirchnerismo. Creo que hay de parte del gobierno provincial mucho respeto por lo institucional, y tolerante de la figura presidencial, marcando las diferencias, acompañando lo que ha considerado que había que acompañar, y plantándose en aquellas cuestiones que consideró que no eran correctas, pero siempre dentro del marco de respeto y tolerancia. Un ejemplo es el trabajo en conjunto en materia de seguridad.
—Un pragmático.
—Sí, puede ser, pero respetuoso de lo que es la investidura presidencial, siendo él gobernador. Cuando se mira de afuera es muy fácil hablar, pero cuando toca estar en ese lugar y manejar los recursos, afrontar los problemas, el día a día, es complejo. Me ha pasado como presidenta comunal, por eso lo entiendo.
—¿Cómo cierra la coherencia política de la lista de Provincias Unidas con Scaglia del PRO a la cabeza, Farías socialista, y vos, radical, en tercer lugar?
—Es una lista de unidad y se priorizó justamente esto, la gestión provincial. Es decir, es una elección nacional, pero marcada por por la gestión provincial. Fue un acierto poder conservar esta unidad.
—Pero la cabeza de su lista justificó los vetos presidenciales y los recortes de Milei que ustedes rechazaron, por ejemplo. El PRO tiene alianzas con La Libertad Avanza en varias provincias.
—Lo que pasa, es que yo creo que es también una cuestión de tiempos. Pasó eso con la vicegobernadora y con muchos legisladores. Es decir, una cosa fue el año pasado cuando el gobierno nacional tenía 6 meses de gestión, donde vos podés ser un poco más tolerante, y pasado ya 1 año y 9 meses bueno, tu concepto puede ser totalmente otro. Y tiene que ver también con la falta de respuesta del gobierno nacional a la solución de los problemas. Por eso hoy muchos del PRO, ni hablar de socialismo que prácticamente conservó siempre una misma postura, y nosotros como radicalismo que acompañamos lo que considerábamos leyes que acomodaban la macroeconomía, o la Ley Bases, o cuestiones de seguridad, pero después uno supo poner los límites o votar en contra a las cuestiones más insensibles del gobierno. Creo que hoy la vicegobernadora está en esa posición.
—Pero como diputadas tendrán por lo menos dos años de Ejecutivo libertario. ¿Esas votaciones futuras deberán ser en bloque en Provincias Unidas, o con libertad de criterio que cada cual vote como le parece?
—Es un poco adelantado pensarlo porque tenemos que ver también cómo quedan conformados algunas cuestiones que se estuvieron hablando. Faltará ver cómo se arma, si un frente o un interbloque como lo fue Juntos por el Cambio, y que cada partido siga conservando su propio bloque tal vez. Eso se podrá ver más a fines de diciembre, luego de asumir, y teniendo en cuenta el rumbo del país.
—La elección en Buenos Aires demostró polarización del electorado, y muy poco margen para una tercera vía. Provincias Unidas va por ahí? ¿Cómo es el escenario en Santa Fe?
—En Santa Fe ya pasamos dos elecciones en las que nos fue muy bien como frente Unidos, ahora somos Provincias Unidas. No se puede traspolar exactamente el mismo resultado que Buenos Aires. Acá prácticamente las dos elecciones fueron de tercios. Pudo haber ganado uno u otro, pero por dos o tres puntos de diferencia. Es para considerar una elección de tercios, distinto a la bonaerense donde hubo polarización entre kirchnerismo y libertarios. Acá, hasta creo que somos la primera opción, luego del escándalo de las coimas, el 3% y demás, son cuestiones que en el electorado repercuten. Nos va a ir muy bien, que vamos a hacer la fuerza más votada. Hasta me atrevo a decir que podemos meter cuatro diputados. Porque en este tiempo el gobierno de Milei no logró demostrar que vino a resolver, los problemas están y además no se sienta a dialogar para resolverlos. No tengo dudas de que el retroceso de La Libertad Avanza significa un avance para Provincias Unidas. Porque el que antes votó a LLA no votará al kirchnerismo.