El mercado argentino vivió este miércoles otra rueda de euforia, impulsada por el anuncio de un swap de 20.000 millones de dólares de Estados Unidos, la promesa de recompra de bonos por parte del Tesoro norteamericano y el ingreso extraordinario de divisas del agro tras la eliminación temporal de retenciones. La combinación de estos factores generó una fuerte caída en el dólar, un salto en los bonos y acciones y un derrumbe en el riesgo país, en un escenario de subordinación de la política económica y financiera de la Argentina a los lineamientos de Washington.
El tipo de cambio mayorista cerró en 1328,50 pesos para la compra y 1337,50 pesos para la venta, una cifra que fue 31,50 pesos menor que en la jornada previa. En lo que va de la semana, acumula una caída de 137,50 pesos y se ubica en niveles similares a los de fines de agosto. Durante la rueda, la divisa operó con gran volatilidad. Tocó mínimos en 1330 pesos y máximos en 1370.
En paralelo, operadores señalaron que el Tesoro habría aprovechado el contexto para recomprar divisas en el mercado de cambios, con versiones que hablan de adquisiciones por unos 100 millones. A su vez, se avanzó en la disminución de las tasas de interés del 35 al 25 por ciento.
Las cotizaciones financieras de los dólares marcaron una tendencia a la baja. El MEP retrocedió 2,5 por ciento hasta 1369,47 pesos, el CCL cayó 1,7 por ciento a 1391,27 pesos y el blue se ubicó en 1405. En el Banco Nación, la divisa se vendió a 1360 pesos, mientras que el promedio minorista del Banco Central marcó 1367,85.
El factor agro
El desplome del dólar se potenció con un ingreso extraordinario de divisas del sector agroexportador. En las últimas tres jornadas se declararon ventas externas por 11,5 millones de toneladas, equivalentes a 4181 millones de dólares, casi el 60 por ciento del cupo fijado en el decreto que eliminó retenciones hasta fines de octubre.
Según la subsecretaría de Mercados Agroalimentarios, el grueso de las operaciones se concentró este miércoles, cuando se anotaron más de 9 millones de toneladas. El 90 por ciento de esas divisas deberían liquidarse dentro de los tres días hábiles siguientes a la , declaración de exportación, lo cual reforzaría la oferta de dólares en el mercado mayorista.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, confirmó en redes sociales que su país negocia con la Argentina una línea de swap por 20.000 millones de dólares y adelantó que Washington está dispuesto a comprar bonos argentinos cuando lo considere oportuno. También se mencionó la posibilidad de un crédito standby a través del Fondo de Estabilización de Intercambio.
En paralelo, organismos multilaterales aceleraron su apoyo financiero. El Banco Mundial comprometió 4000 millones de dólares para proyectos vinculados con minería, turismo, energía y pymes, mientras que el BID anunció que ampliará su asistencia a 3900 millones en los próximos 15 meses.
Bonos, acciones y riesgo país
La respuesta del mercado siguió siendo de euforia. Los bonos en dólares escalaron hasta 6,6 por ciento, liderados por los Globales 2038 y 2046, y el Bonar 2038. El riesgo país se derrumbó hasta perforar en intradiario la barrera de los 1.000 puntos básicos y cerró en torno a 900.
En la Bolsa local, el S&P Merval subió 1,5 por ciento, acumulando tres alzas consecutivas. En dólares avanzó 3,3 por ciento. Las acciones más destacadas fueron Transener (+13,5 por ciento), Metrogas (+8,1) y Central Puerto (+7,1). En Nueva York, los ADRs treparon hasta 5 por ciento, encabezados por IRSA, Grupo Galicia y Banco Macro.
La mejora de los activos argentinos y la caída del dólar se explican por el respaldo explícito de Washington. El Gobierno de Milei logró oxígeno financiero, pero al costo de profundizar su dependencia respecto de la agenda de Estados Unidos. La combinación de swap, ingreso de divisas del agro y liquidez proveniente de organismos multilaterales permitió al Tesoro hacerse de dólares y al Banco Central reducir presiones cambiarias.